El 27 de febrero, Warren Buffett publicó su carta anual a inversores – puede verla aquí– que además incluye un recordatorio de porqué él sigue siendo hoy el mejor inversor del mundo:
Durante los últimos 55 años, el precio de la acción de Berkshire Hathaway, el conglomerado de inversiones que él dirige, creció de USD 19 a USD 400.000, generando una ganancia del 20% anual en promedio. Es decir, si usted hubiera invertido USD 10.000 dólares cuando él se hizo cargo de la empresa, su inversión valdría hoy USD 210 millones. Por eso él es, por lejos, el inversor más rico del mundo (y sería el ser humano más rico del planeta -si, más que Jeff Bezos y Elon Musk– si no hubiese donado la mitad de su fortuna).
En momentos de tanta incertidumbre donde las acciones de Wall Street están batiendo máximos históricos y la economía mundial está intentando salir de la crisis originada por la pandemia, los inversores de todo el mundo esperaban con ansias la llegada de las palabras del “Oráculo de Omaha” que pudieran dar pistas sobre las inversiones que conviene hacer en estos días.
Sin embargo, como de costumbre, Buffett dio recomendaciones radicalmente opuestas a las que los inversores estaban dispuestos a escuchar. Consejos muy sensatos que algunos prefieren ignorar y otros criticar, pero que han resultado muy beneficiosos para el mejor inversor del mundo a lo largo de este último medio siglo y son especialmente necesarios en este preciso momento. Vea a continuación.
No compre acciones “caras”
Las acciones de Wall Street están hoy más caras que en cualquier otro momento de su historia, incluso más caras que en el pico de la Burbuja “.com” del año 2000. Esto se mide por la relación que hay entre el Producto Bruto Interno y la capitalización total del mercado de valores (este es un indicador que, de hecho, lleva el nombre de Buffett, vea “The Buffett Indicator”).Esto significa que en general las inversiones han subido de manera excesiva, como ocurrió con el famoso caso de GameStop que subió 1.700% en cuestión de semanas, generando multi-millonarios de la noche a la mañana con poco esfuerzo, haciendo que todo luzca como una fiesta que nadie se quiere perder.
Pero en su carta Buffett advierte que, aunque “esta ilusión puede continuar por un tiempo sorprendentemente largo… la fiesta tarde o temprano, por supuesto, terminará” y remata: “La historia financiera está repleta de nombres de inversores famosos que inicialmente fueron enaltecidos como genios de los negocios por periodistas, analistas y banqueros de inversión, pero cuyas inversiones terminaron en depósitos de chatarra”.
De hecho, usted mismo recordará lo que pasó cuando explotó la burbuja del año 2000: El índice de las codiciadas empresas tecnológicas NASDAQ perdió un 78% de su valor, y una de sus principales estrellas, Amazon, perdió 95% (sí, si usted hubiera invertido USD 1.000 en Amazon en el año 2000, su inversión se hubiera convertido en apenas USD 50 dos años más tarde). Lo ideal hubiera sido, obviamente, comprar cuando las acciones se volvieron baratas luego de la caída. Pero eso, lamentablemente, no fue sencillo para nadie.
Este tema lo abordamos especialmente en una reciente reunión con inversores de GRIT Fund de Grit Invest, en donde analizamos los fenómenos que experimentan los inversores en momentos de entusiasmo y en momentos de miedo, y explicamos cómo reconocer esos mismos patrones en la situación actual. El tema estuvo inspirado en la presentación que hizo Buffett en la asamblea de accionistas de año 2020, analizando la mayor crisis de la historia con datos del libro “El gran crash del ‘29”. Puede ver el video de la presentación de la reunión de inversores de GRIT Fund de Grit Invest a continuación.

No invierta en bonos
Los bonos han sido siempre vistos como inversiones seguras. Es la alternativa preferida por los inversores más conservadores (e incluso los que no son tanto).Pero hay momentos en que los bonos pueden bajar y mucho. Por ejemplo, el fondo de bonos a más de 20 años del tesoro de Estados Unidos (el ETF TLT) ha bajado un 20% estos últimos 6 meses. Una baja demasiado grande para una inversión “conservadora”.
Al mismo tiempo, los bonos en todo el mundo están arrojando hoy los rendimientos más “pobres” de toda su historia. Buffett cuenta en su carta que un inversor podía conseguir rendimientos de hasta el 15% anual con los bonos más populares (tesoro estadounidense a 10 años) en el año 1981, pero hoy, con esos mismos bonos se podría lograr una renta de apenas 0.93% anual. Casi nada.
En este contexto, Buffett escribe explícitamente: “Los bonos NO son el lugar para estar en estos días”. Por eso él mismo, que tiene sin utilizar unos USD 130 mil millones reservados para cuando aparezcan inversiones atractivas (es una de las mayores reservas privadas del mundo) las mantiene así, en líquido, en “cash”, sin invertir prácticamente nada en bonos. Y tiene lógica: hoy es preferible tener efectivo que no produce nada, antes que tenerlo en bonos con la esperanza de ganar un 1% y chances de perder 20%.
¿Qué debería hacer un inversor conservador si no conviene invertir en bonos? Buffett escribe que hoy es mejor comprar acciones de ciertas empresas.
Piense en el largo plazo
El mundo de las inversiones es hoy como una especie de zoológico donde conviven varias especies de animales/inversores. Hay personas que toman decisiones emocionales, hay sistemas computarizados que compran y venden automáticamente en nanosegundos, y cada uno tiene distintos objetivos y plazos.En su carta, Buffett acepta y hasta justifica esta diversidad, pero es categórico en aclarar que: “Nosotros no trabajamos para todos ellos, sino para aquellas personas que confían en nosotros para que manejemos su dinero de la misma forma en que manejamos el nuestro, y que seguirán con nosotros mirando a largo plazo independientemente de los vaivenes”.
¿Por qué Buffett habla particularmente de este tema en estos días?
Warren Buffett se volvió temeroso cuando los demás se volvieron codiciosos; reclama prudencia cuando el resto festeja los máximos históricos en las acciones. En medio de la euforia, pocos quieren escuchar recomendaciones de prudencia (imagínese un adulto entrando a una fiesta de adolescentes para pedir que dejen de tomar alcohol porque les puede hacer mal).
Pero peor aún, Buffett ha obtenido resultados modestos en comparación con aquellos que apostaron plenamente a las acciones tecnológicas en este último tiempo y eso parece desacreditarlo.
Lo que pocos entienden es que las estrategias de inversión más exitosas en el largo plazo no suelen arrojar buenos resultados cuando los mercados están en pleno auge. En estos casos, lo mejor es acumular efectivo y esperar hasta que llegue la verdadera oportunidad para aprovecharla al máximo. Quien no sabe o no puede esperar, no tiene premio.
Buffett ya sabe que la mayoría no va a escuchar sus consejos o lo criticará (lo mismo pasó justo antes de las crisis financieras previas: el crash de 1973, el lunes negro de 1987, la crisis “.com” del año 2000 y la crisis inmobiliaria de 2008). Pero él no intenta convencer a nadie; solo trabaja y dedica sus palabras a aquellos que confían en él y entienden los beneficios de ser prudente en estos momentos. El largo plazo, probablemente, le vuelva a dar la razón, tal como ocurrió en los últimos 79 años, desde que hizo su primera inversión.
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