Estamos conectados con cientos de personas por día entre WhatsApp y sus grupos, Facebook, Instagram o LinkedIn por cuestiones laborales. Recibimos mensajes, compartimos publicaciones de “Amigos” y le ponemos “Me gusta” a las fotos de las vacaciones de nuestro compañero de la infancia. Sin embargo, las personas se sienten cada vez más solas: la mitad de las personas en Estados Unidos confiesan sentirse afectados por la soledad según un estudio de la aseguradora de salud Cigna (no se refiere a no estar rodeado de personas, sino al sentimiento de soledad en la vida).
¡Espere! ¡No se vaya! Este no es un artículo sobre Cómo reconquistar a su ex-pareja de la revista ParaTi. En esta columna seguimos tratando temas de inversiones, solo que para explicar el potencial del siguiente negocio era necesario describir su causa, y lo que está más arriba será para nosotros el “tamaño del mercado”.
De hecho, así lo explica Amanda Ginsberg, la CEO de Match Group, dueña de la aplicación Tinder, la más exitosa en el mundo para conocerse con personas con fines sentimentales y no tanto.
Match está presente en 190 países, tiene 60 millones de usuarios (10 millones de usuarios pagos) donde Argentina es el segundo país de habla hispana con más usuarios, USD 2 mil millones de ingresos anuales, y es responsable del 64% de todas las relaciones que comienzan por este tipo de aplicaciones. La empresa, que cotiza en la bolsa de valores estadounidense, tiene un valor de mercado de USD 20 mil millones.
Pero, ¿Cuál es el secreto de su éxito? Respuesta: detectó la “debilidad” de las personas.
Según la más reciente presentación a inversores de Match, el 85% de los usuarios que se conectan en un día determinado, lo vuelven a hacer en el lapso de un mes (casi todas las personas vuelven una y otra vez) y el 60% de los usuarios activos se conectan 5 días a la semana (conocerse con otras personas se volvió un hábito). O bien no es fácil encontrar el amor para toda la vida, o bien ya pocos tienen ese objetivo. En cualquier caso, cuantas más búsquedas realicen las personas, más éxito tendrá la compañía que podríamos considerar como el Google del “amor” o el Broker -intermediario- del “mercado del amor”.
¿Se acabará algún día este éxito? Después de todo, cuando alguien encuentra pareja, su búsqueda concluye y se retira del “mercado”, ¿no? Si la empresa tiene éxito uniendo personas, llegará el momento en que no queden más solteros y el “mercado del amor” desaparecerá.
Bueno, al parecer, en los tiempos de hoy las personas se deshacen muy rápidamente de lo que encuentran y enseguida regresan al “mercado” o, peor aún, ni siquiera se retiran aunque hayan encontrado a un buen candidato, haciendo que el mercado no solo no se achique, sino que crezca más y más. Le cuento.
Un artículo publicado por la revista The Atlantic, sugiere que la enorme disponibilidad de potenciales “parejas” incentiva a las personas a tener mayor cantidad de relaciones de corta duración. ¿Por qué? Tal como explicó el psicólogo Barry Schwartz en su libro “La paradoja de la elección“: “cuanto más opciones disponibles, menos satisfechos nos sentimos con nuestra elección actual. La sensación de abundancia nos crea la ilusión de que debe haber algo/alguien perfecto para nosotros y está allí, solo que todavía no lo hemos encontrado. La valoración de lo que tenemos varía de acuerdo a con qué/quién lo comparamos y además nos resulta más fácil imaginar los aspectos atractivos de las opciones que no tenemos. Por eso, la alternativa imaginada nos induce a lamentar la decisión anterior, aún cuando haya sido una buena decisión”, explica Schwartz en este video.
“En el contexto de hoy, trabajamos febrilmente para mantener abiertas todas nuestras opciones”, explica el doctor en psicología y experto en Economía del Comportamiento, Dan Ariely, en su libro “Las trampas del deseo” y continúa “No toleramos la idea de perder oportunidades. Dedicamos tiempo, esfuerzo y dinero por mantener ‘vivas’ nuestras oportunidades e ignoramos las consecuencias de no decidirnos, de no comprometernos”. Esta aversión o miedo a la pérdida de oportunidades hace que muchas personas, consciente o inconscientemente, se mantengan siempre con un pie adentro de este curioso “mercado del amor” a pesar de haber encontrado a alguien parecido a lo que buscaban.
Estos motivos, más psicológicos que económicos, son los verdaderos motores del éxito de las aplicaciones de más rápido crecimiento de la última década, como Facebook, Instagram o Tinder. Al inversor de hoy no le basta con mirar gráficos o estudiar la mercadería que una empresa vende. Eso ya no sirve, es obsoleto. Si quiere detectar empresas de alto potencial cuando todavía son jóvenes, tiene que entender los porqué y para ello tiene que conocer las fuerzas que mueven a las personas.
“Se trata simplemente de capitalizar el comportamiento humano. En Wall Street hay analistas brillantes; son mejores que nosotros en matemáticas, pero nosotros sabemos más acerca de la naturaleza humana”, dice Buffett.
¿Por qué hablamos hoy de este tema? En primer lugar, porque creo que Match puede ser hoy una buena oportunidad inversión para el largo plazo. Mientras que las razones de su potencial (lo que mencionamos más arriba) siguen intactas, la empresa sufrió 2 golpes consecutivos en las últimos 3 meses (competencia de Facebook e independización de la compañía madre IAC) que llevaron al precio de la acción a caer un 23%.
Y en segundo lugar, porque todo lo que hemos hablado en los párrafos anteriores es ni más ni menos que el fundamento por el cual la mayoría de los inversores no tienen éxito con las inversiones. ¿Lo recuerda?
LA PARADOJA DE LAS INVERSIONES
Ahora que invertir es gratis, no necesitamos pensar dos veces cada decisión, total… si nos arrepentimos, podemos deshacer todo en un minuto, sin costo, y pasar enseguida a la próxima oportunidad.
La enorme cantidad de opciones que ofrece la bolsa de valores norteamericana (más de 7.000 papeles más sus respectivos derivados) nos hace pensar que debe haber algo fabuloso allí que es perfecto para nosotros. Vemos que Buffett ganó 2.472.627% y lo que nosotros compramos la semana pasada ya bajó un 10%, entonces vendemos lo que tenemos y compramos aquello que acaba de subir empujado por el entusiasmo, con esperanzas de recuperar el terreno perdido. Sin embargo, con el paso del tiempo comprobamos que nuestros resultados terminan siendo decepcionantes en comparación con aquellos que simplemente hicieron una única inversión en algo poco espectacular como el S&P 500 y la mantuvieron por largo tiempo. ¿Le suena familiar todo esto?
¡Sí! Lo que hace irresistible a Tinder, es lo mismo que hace irresistible a los brokers sin comisiones. Tener “infinitas” opciones nos crea la ilusión de que somos más libres, de que hay allí algo perfecto para nosotros, pero paradójicamente terminamos volviendonos presos de la ansiedad que nos genera perder oportunidades, y nos hace sentir cada vez más insatisfechos con nuestras propias inversiones o parejas. El problema no es la inversión ni la otra persona, el problema somos nosotros sin importar lo que elijamos. Esta es la “Paradoja de la elección” que describe fantásticamente Barry Schwartz.
Entender estas “irracionalidades predecibles” (esta es la adecuada traducción del título del libro de Ariely) nos hace mejorar la satisfacción con nuestras propias elecciones y juzgar mejor, como inversores, a negocios de alto potencial antes de que sea demasiado tarde: si usted juzga a un negocio por todo lo que ya creció, entonces ya no es un buen negocio.
¿Le interesa saber cómo mejorar sus resultados? El propio Dan Ariely sugiere una solución en 2 pasos en el capítulo llamado “Manteniendo las puertas abiertas”: Paso 1 – Saber qué queremos, saber porqué lo queremos y comprometernos con ello; Paso 2- Dejar ir / soltar al resto de las opciones, por más atractivas que sean.
Warren Buffett implementa estos conceptos a la perfección. Él siempre explica que solo se mueve dentro de su “Círculo de Competencia”, es decir, un área en el mundo de las inversiones en donde él tiene capacidad de juzgar y actuar mejor que la mayoría. Allí pone toda su atención: cuando encuentra algo que está dentro de lo que quiere, es capaz de identificarlo en 5 minutos y comprometerse a ello por décadas. Pero si no está dentro de su foco o misión, entonces no pierde un minuto ni en analizar, ni en intentar, ni en lamentarse por oportunidades perdidas.
“Llamar ‘inversor’ a alguien que compra y vende activamente en el mercado, es como llamar ‘romántico’ a alguien que tiene repetidamente amores de una noche”, Warren Buffett.
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