Un consejo de 1.400 dólares
Es bien sabido que los inversores profesionales son muy celosos de la información que manejan. No quieren que nadie se entere de sus movimientos. No quieren que ningún otro se beneficie de sus ideas o de sus estrategias. Por eso, sus carteras de inversión suelen ser estrictamente confidenciales, al igual que los informes que les […]
Por Sebastian Ortega

Es bien sabido que los inversores profesionales son muy celosos de la información que manejan. No quieren que nadie se entere de sus movimientos. No quieren que ningún otro se beneficie de sus ideas o de sus estrategias. Por eso, sus carteras de inversión suelen ser estrictamente confidenciales, al igual que los informes que les escriben a sus clientes o inversores.

Pero un día, en Wall Street comenzó a correr el rumor de un desconocido gestor de inversiones que conseguía rendimientos mucho mejores que los afamados “gurús” de las finanzas que vestían trajes Armani y hacían multimillonarias operaciones desde los rascacielos de Manhattan. Comenzaron a averiguar, pero no podían saber casi nada acerca de él ni de lo que hacía para conseguir esos rendimientos.

Con el tiempo este misterioso fondo de inversión creció tanto, que se le hizo imposible mantenerse en el anonimato. A partir de entonces, se hizo conocido el nombre de Seth Klarman y su fondo Baupost, que hoy ya ocupa el cuarto lugar entre los fondos con mayor ganancia neta desde su existencia.

Cuando el fondo de Seth Klarman se hizo muy grande, Wall Street se las ingenió para conseguir filtraciones de los informes confidenciales con la esperanza de dilucidar así su estrategia. Pero no obtuvieron otra cosa más que decepción: sus escritos no contenían detalles, ni fórmulas, ni predicciones, pero sí incluían brillantes lecciones acerca de cómo obtener rendimientos superiores a los normales en las inversiones.

Rápidamente, sus informes “confidenciales” se transformaron en la lectura obligada de todo aquel que invertía, tanto novatos como expertos, tanto grandes como jóvenes. El interés era tan grande, que le pidieron a Seth Klarman que escribiera un libro en donde reuniera todos esos conceptos en un único lugar. Y lo hizo, pero el resultado no fue exactamente el esperado.

El Margen de Seguridad

La frase “margen de seguridad” es de por sí aburrida. Transmite un exceso de prudencia y una aversión al riesgo que pareciera no estar relacionada con el mundo de las finanzas. Sin embargo, éste fue el nombre que Seth Klarman le puso a su libro, y es que en realidad, eso era lo que resumía su filosofía de inversión y el secreto mismo de su éxito.

El “margen de seguridad” es un concepto extremadamente simple y se refiere a la condición que una acción tiene que cumplir para que un inversor la compre. Para ello, el precio de la acción tiene que estar suficientemente por debajo de su valor. No me refiero a un poquito, sino a bastante, lo necesario como para que en caso de error, el inversor siga estando siempre protegido de las bajas. Es solo eso.

Se lo muestro con un gráfico:

Teniendo en cuenta este simple concepto, los inversores pueden hacer mucho dinero sin arriesgar demasiado ya que ganan cada vez que el precio de la acción vuelve a su valor incluso con empresas que no son ni muy valiosas ni muy disruptivas.

Pero al igual que en el caso del libro “Principios” de Ray Dalio, el libro“Margen de Seguridad” de Seth Klarman provocó la misma reacción en sus ansiosos lectores: decepción, y más decepción. Sentían que no revelaba absolutamente nada de lo que estaban esperando y que, en definitiva, no les servía. El libro no solo fue poco vendido, sino que además recibió muchas críticas en contra.

Sin embargo, Klarman ya intuía la opinión de la crítica incluso antes de publicarlo, y les anticipó una respuesta en la misma introducción, donde arriesga una predicción provocadora del libro y del futuro de los inversores que ignoran estos consejos. Como si fuera el argumento de una película, los inversores pudieron comprobar (y sufrir) la predicción del polémico gestor de fondos recién una década más tarde. En la página 14 dice:

[Con este libro] ¿Corro el riesgo de alentar a incrementar mi propia competencia y ver reducidos así mis retornos? Tal vez, pero no creo que eso pase. [Con anterioridad] Warren Buffett ha escrito incontables artículos y cartas articulando estos conceptos brillantemente. Los inversores que no han sabido aprender de sus consejos probablemente tampoco me escuchen a mi.

Estas líneas son de las más importantes de todo el libro. En ellas está diciendo dos cosas: por un lado, que las personas que no aprecian estos conceptos no van a leer el libro, por tanto anticipa que no será un éxito en ventas. Pero por otro lado, también dice que, aún haciendo públicos estos conceptos, las personas no los utilizarán (no serán sus competidores) aunque él sea la prueba misma de que estos simples conceptos sirvan para ganarle a los mercados.

En otras palabras, lo que Klarman dice es que no existe una fórmula secreta para ser exitoso en las inversiones. Ya el inversor más exitoso de la historia ha compartido estos conceptos pero muchos inversores o especuladores no quieren oír eso. Quieren la fórmula mágica que les permita multiplicar su dinero por 10 en un mes, aún a riesgo de perderlo todo, ya sea con acciones o con un billete de lotería. Por tanto, aunque tengan la “receta del éxito” delante de sus ojos, la mayoría de las personas van a ignorarlas y van a seguir haciendo aquellas cosas que les producen rendimientos inferiores o peor aún, pérdidas.

El primer capítulo del libro está enteramente dedicado a describir los errores que sistemáticamente cometen los inversores o especuladores que fracasan. Este será el tema de un futuro artículo nuestro. Con seguridad ayudará a muchos a mejorar sus decisiones.

¿Se quedó con ganas de leerlo? No hay problema. Puede conseguirlo en Amazon a través de este link. Solo le aclaro un detalle: el libro cuesta nada menos que 1.400 dólares (sí, mil cuatrocientos dólares). Resulta que como Klarman ya preveía que su libro no sería un éxito en ventas, se imprimieron solo 5.000 ejemplares en el año 1991. Luego, su fondo Baupost fue creciendo (hoy maneja unos USD 30.000 millones) y él se hizo aún más conocido, pero ya no tenía tiempo para dedicarle a una nueva edición.

Cuando los inversores entendieron que esos aburridos consejos eran más valiosos de lo que habían estimado en su momento, el libro comenzó a tener más demanda y los ejemplares fueron agotándose hasta llegar a este precio increíblemente alto. Si entiende inglés, puede escuchar este fragmento de reportaje que Charlie Rose le hace a Seth Klarman sobre la historia sobre “El margen de seguridad” y los conceptos que ahí plantea.

Mientras tanto, puede seguirnos semanalmente en nuestras columnas en donde continuaremos regalándole estos consejos que valen mucho más de 1.400 dólares.

Sobre el autor

Sebastian Ortega

Sebastian Ortega

CEO Grit Invest

Doctor en Dirección de Empresas y Máster en Dirección de Empresas de la Universidad del CEMA, con especialización en Fusiones y Adquisiciones en la Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard (EE.UU.) y especialización en Value Investing en la Escuela de Negocios de la Universidad de Columbia (EE.UU.)
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