En el último año se ha visto un nuevo récord en la cantidad de empresas valuadas por encima de los USD 1.000 millones. Son las que se conocen como “Unicornios”. Cada semana se anunciaba alguna compañía que acababa de entrar a este selecto club, despertando la envidia de sus competidores, el cuestionamiento de los inversores que no habían participado antes, y la admiración del resto del planeta que los veía llegar a la cima.
Pero sólo en las primeras semanas del 2016, muchas de estas empresas comenzaron a transitar el camino inverso: disminuyeron drásticamente su valuación, y empezaron a despedir gente.
Le comparto un resumen realizado por la revista TechCrunch en el mes de Enero sobre las startups “en retroceso” más sobresalientes:
- Mixpanel despidió 20 empleados
- Gumroad se deshizo de la mayor parte de su personal
- HotelTonight redujo su staff en un 20%, alrededor de 37 personas
- StumbleUpon ha disminuído el 30% su personal
- Famo.us hace un giro y los empleados cambian de negocio
- GoodEggs deja caer 140 trabajadores después de recortar un 15% su fuerza de trabajo
- Zomato reduce un 10% su personal, es decir, unos 300 miembros
- Everything.me ha dejado ir a los 36 empleados
Y algunas de las ya conocidas compañías públicas:
- Twitter redujo su personal un 8%, cerca de 336 empleados
- Yahoo explora una venta y el recorte de 1700 trabajadores
- Tango despide a un 20% de trabajadores, alrededor de 50 empleados
- Evernote deja ir a 47 personas
- LivingSocial despide al 20% de sus empleados, unas 200 personas
- Groupon desvincula alrededor de 1000 miembros del staff
- Rdio despide a la mitad de su personal, ya que es vendido como chatarra
- Jawbone suspende a 60 empleados (un 15% de su staff)
Muchas de estas compañías crecieron más rápido de lo que podían hacerlo, o fueron más optimistas respecto de su futuro. Algunas, a pesar de ser “exitosas”, no encuentran la forma de obtener dinero a partir de su “éxito”, como el caso de Twitter. Cuando el contexto cambió, tuvieron que “recalcular”.
Sin embargo, esta situación también afectó a las compañías de muy buena calidad haciendo que caigan de precio aún con fundamentos sólidos. Tal vez el caso público más emblemático es de Alphabet (la dueña de Google) que bajó casi un 15% en una semana, inmediatamente después de haber presentado los mejores balances de su historia. ¿Es porque dejó de ser un buen negocio? ¿Es porque creció mas de la cuenta o tiene menos perspectivas o tiene pocos márgenes de ganancia? Nada de eso. Aún sigue siendo la segunda compañía más valiosa del mundo, tiene su foco en el crecimiento de largo plazo y en estos días entró por quinta vez en la lista de honor de los balances más sólidos del mercado.
El trabajo del inversor es diferenciar, de entre todo lo que bajó, cuáles fueron bajas justificadas y cuáles no. La situación genera oportunidades enormes para invertir en empresas que tuvieron bajas injustificadas.
Una de esas oportunidades las está ofreciendo Brasil. Durante el último año, la economía brasileña se frenó en seco. La mayoría de los inversores locales, dolidos por las pérdidas, se retiraron temporalmente del mercado. Las empresas están baratas, tanto las que cotizan en bolsa como las startups. Para aquellas compañías que generan ganancia, el escenario es inmejorable: todos los competidores que no son rentables, quedan expulsados del mercado. Por eso, volvimos a mirar las compañías rentables de Brasil para incorporarlas a precios que no hubiéramos conseguido en otro contexto. Cuando hay miedo, pero los fundamentos son buenos, es momento de actuar, y este año es uno de ellos.
“Suerte es lo que sucede cuando la preparación y la oportunidad se encuentran y fusionan”. Voltaire
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