Existen 5 niveles ascendentes de inteligencia: astuto, inteligente, brillante, genio y simple
Albert Einstein
Hoy seguimos hablando de los “Secretos y Estrategias de los inversores más exitosos del mundo”, como adelanto de lo que vamos a tratar este 5 de abril en el Hilton Buenos Aires.
En esta ocasión me gustaría comentarle acerca de otro “secreto” del mundo de las inversiones relacionado con las prioridades de los profesionales que manejan su dinero (el de usted, no el de ellos), y cómo justifican sus desaciertos. Para esto, le pido que me siga con atención porque los motivos pueden resultar contrarios a la intuición.
Pero antes quisiera repasar brevemente cómo ganan dinero los fondos de inversión. Tal vez usted ya sepa de esto, pero me gustaría dejarlo en claro porque es la causa del “conflicto de intereses” principal (lo que a usted le interesa no es necesariamente lo que le interesa al otro) que existe en el mundo de las inversiones.
Resulta que los fondos de inversión (los inmobiliarios, los financieros, los que se acceden a través de los bancos, los de las plataformas de internet, etc.) viven gracias a un porcentaje de dinero que le cobran a usted y que utilizan para pagar sueldos, viáticos y gastos varios de la organización. A este concepto se lo conoce como “honorario de administración” o “management fee”, en inglés. Cuanto más dinero administra un fondo, más altos sueldos puede pagar, más gente puede contratar, y más puede gastar en marketing.
El problema es que estos honorarios no dependen del éxito del fondo. Un fondo puede hacer malas inversiones, perder dinero, y aún así cobrarlos. Respecto a los rendimientos, existe algo llamado “honorario de éxito” (el fondo recibe un porcentaje de la ganancia) pero en muchos casos este concepto es simbólico ya que es un honorario de largo plazo, cíclico y en general difícil de cobrar ya que muy pocos tienen chances reales de resultar exitosos: 19 de cada 20 fondos pierden frente al S&P 500.
En otras palabras: el principal ingreso estable y sin riesgos, de quien toma decisiones de inversión, depende más de la CANTIDAD DE DINERO que administra, que de los RESULTADOS que obtenga con las inversiones, excepto para el 5% de los casos, que son justamente los que nos interesa identificar.
Ahora preste atención a este sutil detalle: cuando un fondo de inversión trata a un inversor como “cliente”, tiende a ofrecer aquello que el “cliente” quiere comprar, aún si eso no es lo que más lo beneficia. Tal como una tabacalera vende cigarrillos sin reparar en la salud de las personas, un fondo de inversión que tiene “clientes” busca seducirlos con promesas de rendimientos muy altos y de “bajo riesgo”, apelando a inversiones de moda o que luzcan sofisticadas y diciendo cuidadosamente todo aquello que el inversor quiere escuchar y sin reparar en lo que verdaderamente le conviene en el largo plazo. Como en cualquier otra industria, este tipo de fondo vende lo que el cliente demanda. Mientras el dinero permanezca allí, el fondo cobra “honorarios por administración”.
Pero también existen fondos de inversión en donde se considera al inversor como un “socio”, o como parte de una “gran familia” en la que todos, incluyendo el administrador, forman parte. En estos casos, el propio administrador invierte su dinero en el fondo, y cualquier mala decisión lo afecta también a él.
Tal es el caso de Berkshire Hathaway, que si bien es una empresa, funciona como un fondo. Allí el administrador, Warren Buffett, no intenta complacer las demandas de sus inversores: toma decisiones atípicas (y se responsabiliza por ellas) basadas únicamente en el beneficio de largo plazo, aunque resulten incómodas y aunque él mismo sea cuestionado por ello.
Por ejemplo, en la última reunión de accionistas de Berkshire Hathaway realizada en Omaha, Estados Unidos, uno de los participantes preguntó: “¿qué piensa hacer usted con los USD 100 mil millones en efectivo que tiene hoy Berkshire que no están generando retornos, mientras que los mercados siguen subiendo?”. Sin dudas fue una de las preguntas más incómodas de la jornada. Yo estaba ahí presente. Fue un momento tenso. Buffett es considerado el mejor inversor de nuestros tiempos, y estaba allí sentado frente a un auditorio colmado de accionistas, algunos de los cuales no estaban conformes: le exigían respuestas concretas y más acción. Buffett simplemente respondió: “No lo sé. Me gustaría que sonara más el teléfono con oportunidades. Pero hoy no las encuentro”.
Pocos inversores tienen el coraje para decir “no lo sé” y tolerar la crítica. Pocos pueden resistir la tentación de invertir cuando los mercados están en alza. Pero Buffett es atípico. Él está dentro del 5% de los inversores profesionales que le ganan consistentemente al S&P 500. Él vende cuando los demás compran, y compra cuando los demás venden. Él sabe que “ir contra la corriente” es incómodo pero resulta beneficioso en el largo plazo. No busca decir lo que sus inversores quieren escuchar. Nunca hace promesas. No busca clientes. Por el contrario, busca ahuyentar a los especuladores permitiendo que su acción llegue a USD 300.000 por unidad sin hacer splits.
Muy pocos fondos se animan a hacer lo mismo que Buffett, la gran mayoría prefiere complacer las demandas de sus “clientes” ofreciéndoles aquello que sea necesario para que dejen su dinero bajo la administración del fondo, aún si esto pone en peligro los rendimientos. Tal es el caso de Greenlight Capital que se involucró en inversiones riesgosas con dinero de los inversores, perjudicando así los intereses de sus intereses. Sobre esto hablamos a continuación.
Se me cayó un ídolo
Hace poco, me causó cierta decepción enterarme que alguien a quien yo admiraba empezó a tomar decisiones de inversión sin sentido por miedo a que sus “clientes” retiren el dinero que él administraba.
Se trata de David Einhorn, el responsable del fondo de inversión Greenlight Capital, que durante el 2017 tuvo un rendimiento de apenas 1.6%, mientras que en el mismo período el S&P 500 tuvo un rendimiento del 21.8%. Si bien cualquiera puede tener un año desfavorable, en este caso se debió pura y exclusivamente a una mala decisión de inversión por querer conformar el apetito de sus “clientes”, más que por querer ganar dinero en el largo plazo.
Este “exitoso” fondo de inversión le envió un reporte a sus inversores (puede leerlo aquí) diciendo que el 2017 fue un año desafiante porque existieron muy pocas oportunidades de inversión. Esto no es nada nuevo, nosotros venimos escribiendo sobre este tema desde hace casi dos años. Es algo que concierne a los inversores de todos los tamaños y de todas las regiones.
Pero lo sorprendente (e incomprensible) fue lo que decidió hacer este fondo. Como consideró que muchas acciones estaban “demasiado caras”, pensó que sería una buena idea “apostar a la baja” de ellas. Es decir, si las acciones bajaban de precio, el fondo, ganaba. Y para ello eligió a empresas “caras” como, por ejemplo, Amazon, Netflix y Tesla.
Lamentablemente para el fondo, estas empresas “caras” no solo no bajaron, sino que tuvieron rendimientos excelentes durante el pasado año: Amazon creció +56%, Netflix creció +55%, Tesla creció +46%. Esta simple idea le generó una gran pérdida, al punto de arruinar los rendimientos conseguidos con sus otras inversiones. El resultado: el fondo tuvo un rendimiento 20% inferior al S&P 500. ¿Quién perdió ese 20%? Como siempre, los inversores.
Apostar a la baja de las acciones es extremadamente riesgoso. No importa cuán “caro” esté el mercado, o cuán irracional parezca… “El mercado puede permanecer irracional más tiempo del que usted puede permanecer solvente”, decía Keynes.
Ante la amenaza de que retiren dinero de sus fondos (y con ello tengan que cobrar menos y despedir gente) los responsables de tomar decisiones invierten tal como sus clientes se lo demandan, aunque eso signifique tomar riesgos injustificados (como el caso de David Einhorn) o pulverizar los rendimientos de largo plazo.
Aún las más geniales ideas de inversión pueden verse estropeadas por los malos incentivos que existen en el mundo de las inversiones. Ante tanto ruido, tanta información, tantas promesas, el inversor pierde la capacidad de identificar si está frente a una buena oportunidad o si está frente a “puro humo”.
Así, el inversor puede pasarse años creyendo que está corriendo la mejor carrera de su vida cuando en realidad está corriendo en la rueda del hamster que no avanza para ningún lado. Estar en movimiento no siempre significa “avanzar”. A veces los administradores se sienten presionados a mostrarse activos para justificar sus honorarios aunque no haya oportunidades en el mercado. Cuando a Buffett le preguntan por qué no hace nada con el dinero que tiene disponible, él responde: “no nos pagan por estar activos, nos pagan por nuestros resultados”.
Hola Sebastián, hace bastante tiempo que no leía un artículo tan interesante desde los últimos que me enviaron desde IG(mientras les compraba asesoría) y a través de los cuales identifiqué Grit Invest y me parece una opción interesante. De lo mucho que he aprendido y de lo poco que se de inversiones diría que me parece bastante acertado tu análisis e infiero que es la filosofía que se aplica en Grit Invest. Podrías aclararme cuáles han sido los rendimientos de South Venture desde su creación, cual es el monto mínimo para invertir y si es necesario hacerlo a través de una corredora
de bolsa…
Saludos, que tengas una excelente semana.
Juan
Muchas gracias Juan, enseguida te escribimos por mail.