¿Quién nos conviene que gane?
Este próximo martes 8 de Noviembre se celebran las elecciones presidenciales en Estados Unidos y los dos candidatos con más chances a gobernar en la principal economía del mundo son Hillary Clinton y Donald Trump. Si ganase Hillary Clinton, dicen los analistas, lo más probable es que todo continúe como está. La posible primera presidente […]
Por Sebastian Ortega

Este próximo martes 8 de Noviembre se celebran las elecciones presidenciales en Estados Unidos y los dos candidatos con más chances a gobernar en la principal economía del mundo son Hillary Clinton y Donald Trump.

Si ganase Hillary Clinton, dicen los analistas, lo más probable es que todo continúe como está. La posible primera presidente mujer de los Estados Unidos marcaría la continuidad de la política económica de hoy, aunque en particular promovería la suba del salario mínimo, y propondría un plan de USD 300 mil millones de gastos en caminos y puentes para los próximos 5 años. Hay quienes dicen que la bolsa estadounidense podría subir un 4% inmediatamente después de las elecciones si ella gana. Nada mal teniendo en cuenta que en lo que va del año lleva una magra suba del 3%. Puede ver las consecuencias con más detalle en este artículo de Yahoo Finance.

Si ganase Donald Trump, dicen los analistas, lo más probable es que los mercados se desestabilicen producto de la poca predictibilidad del excéntrico rey del Real Estate. El posible hombre más anciano en tomar la presidencia estadounidense es conocido por tener una política migratoria rígida (busca construir un gran muro para evitar la inmigración ilegal desde México) y promovería la suba de los impuestos a las importaciones para favorecer el trabajo (que según dice no está tan bien como indican los números) y renegociaría los acuerdos con otros bloques económicos mundiales. Puede encontrar más detalles en este artículo del New York Times. Producto de la incertidumbre, la bolsa podría llegar a sufrir algo de volatilidad, aunque por ahora las encuestas favorecen más a Clinton.

¿Quién conviene?

A simple vista parecería que, desde la perspectiva del inversor global, convendría que gane Hillary ya que la bolsa subiría. Pero si usted está apostando a la baja, puede que prefiera lo contrario.

Claro que todo esto es discutible. Pero antes que empiece a juzgar las razones que debaten en los medios, me gustaría acercarle algo que me parece todavía mucho más importante que esta discusión.

En el 2012 se reveló un estudio llamado “Political Climate, Optimism, and Investment Decisions” (Clima Político, Optimismo y decisiones de inversión) de Yosef Bonaparte, que mostraba cómo los cambios políticos en los Estados Unidos afectaban al comportamiento del inversor.

Según muestra el estudio, cuando un inversor se identifica con el partido político que está en el poder, percibe a la bolsa menos riesgosa y más barata. Es más optimista respecto a la evolución de la economía y se vuelca por activos más agresivos. Por el contrario, cuando el partido político de su preferencia sale del poder, el inversor puede llegar a ver incluso las mismas variables pero con un sesgo más pesimista. Esta es una distorsión de nuestra percepción que se la conoce como “Sesgo Político” y tiene que ver con el nivel de optimismo del inversor en función de la identidad política con el partido de turno.

Lo que resulta curioso es que, a pesar de las alternancias en los partidos políticos a lo largo del tiempo, el mundo y los mercados han ido evolucionando, la tecnología ha ido mejorando la productividad, el PBI per cápita ha ido siempre en ascenso a lo largo del tiempo a pesar de los grandes eventos adversos como las guerras mundiales, burbujas bursátiles, catástrofes climáticas, etc. Los optimistas, que tienden a pensar que en el futuro estaremos mejor que en el pasado, consiguen mejores resultados con sus inversiones. Mientras los pesimistas pueden quedarse afuera de las casi-inevitables subas que los mercados ofrecen.

Casi como una profecía auto-cumplida, durante la gobernanza de un partido político en particular, los inversores que se identifican con ese partido suelen tener mejores resultados que los del partido contrario. Pero no porque el partido beneficie a sus afiliados de una manera directa, sino porque sus afiliados son más optimistas respecto de un crecimiento que, a la larga, se dará de todos modos.

¿Clinton o Trump? Como inversores de largo plazo, da lo mismo cualquiera.

Sobre el autor

Sebastian Ortega

Sebastian Ortega

CEO Grit Invest

Doctor en Dirección de Empresas y Máster en Dirección de Empresas de la Universidad del CEMA, con especialización en Fusiones y Adquisiciones en la Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard (EE.UU.) y especialización en Value Investing en la Escuela de Negocios de la Universidad de Columbia (EE.UU.)
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Grit Investment Fund, LP es un fondo de cobertura basado en Estados Unidos con licencia de la Securities and Exchange Commission (SEC) desde el año 2016 (ver registro en la SEC)