Casi como si fuera una novela de televisión que semana a semana va haciendo entrega de un nuevo capítulo, las novedades de las compañías que analizamos son tan interesantes que no podemos dejar de seguirlas en cada paso que dan.
En los últimos días, la startup más valiosa y polémica del mundo reveló a sus inversores que tuvo una cuantiosa pérdida de 10 cifras en el primer semestre de este año. Esto podría considerarse un fracaso para quienes apostaron en ella, pero también podría ser parte del plan. A continuación comparto algunas enseñanzas de este caso para que usted pueda evaluar las inversiones como lo hacen los inversores más importantes del mundo.
Apenas la semana pasada, discutimos cómo uno de los mayores avances tecnológicos de nuestra era estaba ahora al alcance del público ya que Uber estaba lanzando su servicio de “taxi” sin conductor en la ciudad de Pittsburg, Estados Unidos, mucho tiempo antes de lo que cualquiera podría haber imaginado. En ese mismo artículo, señalábamos que muchas empresas innovadoras no ganan dinero. Días más tarde, se conoce públicamente que Uber tuvo una pérdida de USD 1.200 millones en el primer semestre de este año. Le comparto la noticia en el New York Times – en inglés-. Es decir, Uber perdió en un sólo semestre el equivalente a todo el valor de mercado de Globant, la empresa de tecnología más importante de Argentina, que cotiza en la bolsa de Nueva York.
Idea y ejecución
Imagínese que estamos en el 2009, y usted tiene la oportunidad de encontrarse con un emprendedor que le describe la idea de ofrecer un servicio de “chofer a pedido”, algo así como un servicio de radio-taxi premium, pero basado en una red privada. ¿Cuánto cree usted que vale la idea? Podríamos imaginar que la idea puede tener un valor de acuerdo a su originalidad, o también en función del tamaño del negocio que se podría generar a partir de esa idea. En cualquier caso, cuando usted le pregunta al creador de una idea “¿cuánto vale?”, suelen sobre-estimarla y responder “millones!”.
Para el año 2011, cuando Uber ya había dado sus primeros pasos, muchos prestigiosos inversores como Sequoia Capital (inversor de Google, YouTube, Instagram y LinkedIn) consideraron que una idea como esa no prosperaría y rechazaron invertir ahí, tal como lo comentábamos en un artículo anterior. Es decir, aún cuando Uber ya estaba funcionando y mostraba números esperanzadores, Sequoia Capital consideró que el futuro del negocio no era tan atractivo… ¡y tal vez no lo era! Lo importante es que la empresa fue logrando, poco a poco, que sus pasajeros perciban un servicio de primera calidad, mientras pagaban un precio inferior al de los taxis tradicionales. Eso es generación de valor. La idea, puede ir madurando/evolucionando con el paso del tiempo. Uber pudo haber nacido como delivery de comidas y transformarse en un servicio de transporte que use helicópteros “sin conductor”. Puede ser algo completamente original, innovador, disruptivo. Sin embargo, una idea no tiene un valor absoluto. El valor de la idea es relativo a lo que pueda hacer con ella la persona que la posee. La misma idea de Uber podría no haber funcionado en manos de otra persona. Muchos copian ideas consiguiendo resultados muy inferiores o incluso muy superiores a los de su creador. En el largo plazo, el valor del negocio no depende de su idea original, sino de cómo se lleve adelante la empresa, desde las pequeñas acciones hasta las más estratégicas decisiones. Esto es lo que muchos llaman: ejecución.
Entonces, dejando de lado lo emocionante de las ideas innovadoras de Uber…¿Cómo le está yendo en su ejecución? Aquí también los números impresionan: está en 507 ciudades de 66 países; recibió inversiones por más de USD 8.000 millones, y vale más de USD 60.000 millones. Sin embargo, en el primer semestre del 2016 tuvo ventas por USD 2.000 millones y gastó USD 3.200 millones, por tanto perdió USD 1.200 millones. Con estos datos, ¿Es atractivo Uber como inversión?
Bueno… hoy la empresa no es rentable: gasta más de lo que le ingresa, dá pérdida. ¿Se puede invertir en una empresa que dá pérdidas? Sí, totalmente. Esa es la situación típica de las startups: los inversores aportan dinero para hacer crecer el negocio, durante un tiempo el negocio dá pérdida, hasta que un día las ventas empiezan a crecer lo suficiente como para cubrir los costos, la empresa crece en valor y todos ganan. Ese es el plan clásico, pero “del dicho al hecho, hay un largo trecho”.
Puede ocurrir que con el paso del tiempo las ventas no crezcan, y la pérdida nunca se achique. Un negocio no puede perder dinero eternamente ya que alguien tiene que financiar esa pérdida, ya sean los inversores o los bancos, y algún día van a decir “basta”. Si se acaba la financiación y el negocio sigue en pérdida, es la empresa la que debe decir “basta” y cerrar sus puertas. Ahí todos pierden. Esta situación puede darse aún en empresas con buenas ideas de negocio.
Uber está en esta situación. Perdió USD 1.200 millones en el primer semestre de este año y la tendencia no le favorece: también perdió USD 1.000 millones en el primer semestre del año anterior. Sus inversores son quienes aportaron el dinero que hoy Uber (entre ellos Google) se da el lujo de perder. Con este presente, Uber es una pésima inversión.
Mega-“valle de la muerte”
Ahora le agrego una inquietud: ¿Y si esta pérdida es simplemente un paso estratégico para ganar mercado, y su plan contempla dejar de perder en, digamos, los próximos 8 años cuando ya haya acaparado el mercado?
A Jeff Bezos lo trataban como “loco” cuando presentó el plan de negocios de Amazon (que cuando nació en 1994 se llamaba “Cadabra” hasta que lo cambió por el nombre del río más grande del mundo, justamente porque él se imaginaba que así sería considerada su empresa; mientras que la palabra Uber viene de “super” en alemán) que incluía más de 5 años de pérdida antes de volverse rentable. Hoy Amazon ES literalmente el minorista más valioso del mercado (vale un 50% más que Walmart) y es la cuarta empresa más valiosa del mundo… tal como Bezos lo imaginó con 2 décadas de anticipación.
Tal vez, la misma situación en cualquier otra empresa podría considerarse un fracaso, pero es posible que para Uber pueda llegar a ser la movida que necesita para transformarse en el “rey del transporte”. Tal vez esté siguiendo un plan que contemple 10, 12 o más años de pérdida antes de volverse una empresa rentable. Tal vez esto sea simplemente parte de una etapa ya prevista conocida como “Valle de la muerte” (se lo conoce así porque es la etapa en que se define la supervivencia de la empresa) en donde las empresas gastan mucho dinero en construir las bases de su proyecto tal como comentábamos en un artículo anterior.
Pero, si pudiera asegurarse que todo esto es parte de la estrategia… ¿Invertiría entonces? El último factor a considerar antes de tomar una decisión, es el precio. Suponiendo que los fundamentos de la empresa están en orden, y los USD 60.000 millones que vale hoy la compañía es un precio justo, ¿Cuánto tendría que llegar a valer la empresa para que usted multiplique su capital? Le comparto mi punto de vista: para que se justifique asumir el riesgo de una empresa tan audaz como Uber, esperaría al menos un potencial de crecimiento de más de 10 veces la inversión (si buscara menos crecimiento, invertiría directamente en una empresa más madura y estable directamente en la bolsa de valores). Pero para multiplicar la inversión 10 veces, Uber tendría que valer unos USD 600.000 millones, es decir, más de lo que vale Apple hoy. ¿Es posible? Si, es posible… pero con tantos obstáculos en el camino (ej, Apple mismo, Google, etc.), no sé cuáles son las chances, y si voy a poner plata en algo que tiene pocas chances, mejor voy al casino que me divierte más.
Pero… ¿no era que Google es inversor de Uber? Sí, por eso el fundador de Uber impidió que Google siga participando en sus reuniones de directorio como puede ver en la noticia de ayer en el Wall Street Journal -en inglés-. No está nada fácil de predecir quién terminará venciendo en todo este revuelo.
Algunas reflexiones adicionales
Por estos días, también Baidu (el Google de China) lanzó un auto completamente eléctrico y sin conductor. Parece que la carrera comenzó con fuerza en todo el globo.
Igualmente, hay un detalle que si bien pasa desapercibido, puede ser el gran motor del cambio: cuando salieron a la luz los autos que se conducían solos, los fabricantes proyectaron un crecimiento en las ventas muy moderado ya que dependería de que los consumidores se animen a comprarlos. Ese cambio iba a ser muy gradual. Las personas necesitan tiempo para adoptar las ideas que son radicalmente nuevas cuando no están obligadas a hacerlo.
Sin embargo, la aparición del “servicio sin chofer” da lugar a que toda la industria del transporte se apure a comprar estos nuevos modelos de automóviles para ofrecer medios de transporte más baratos y seguros. Habrá una competencia feroz por incorporar estos autos a sus servicios con el fin de liderar (o sobrevivir) en esta nueva era. Seguiremos expectantes los próximos capítulos de esta fascinante novela!
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