Las rachas bajistas se inician luego de la euforia, cuando se empieza a generalizar la ansiedad. Las rachas alcistas se inician luego de la depresión, cuando se empieza a generalizar la esperanza. Los mercados se mueven al ritmo de las emociones. Por eso, para invertir, se necesita entender las emociones de los demás… y las propias.
Aunque la desaceleración china se viene anticipando desde hace un tiempo, todo estalló en estos últimos días. Bastó con que el miedo se instale entre los inversores, para que todos salgan a vender sin saber porqué. La empresa más valiosa del mundo, Apple, perdió más del 10% de su capitalización de mercado aun cuando su CEO, Tim Cook, salió a decir que tenían un crecimiento sin precedentes en China.
¿Que hacer en estos momentos? La estrategia es muy simple: ESPERAR a que baje más todavía.
Estoy seguro que fue una respuesta decepcionante. Pero puede ser la estrategia más valiosa de los últimos 7 años. Le cuento porqué.
En estos tiempos, encontrar una oportunidad dentro de un mercado estable se hace muy difícil. Con tanta tecnología, información e inversores buscando lo mismo, la más mínima buena oportunidad desaparece en segundos. ¿Cómo hacer entonces para ver algo que otros no están viendo?
Usted ya sabe que la “oportunidad” es un fenómeno subjetivo que reside sólo en la cabeza del tomador de decisiones. Quien está en estado de euforia, encuentra oportunidades en cada lugar donde mira. Quien está deprimido, no puede hallar oportunidades aunque fueran muy evidentes. ¿Puede anticiparse a dónde voy con esto?
Le pongo un ejemplo: en el año 2008 hubo una severa crisis con las hipotecas en Estados Unidos que terminó afectando a cuanta empresa cotizaba en la bolsa de valores. Si al principio de 2008 me hubiera preguntado en cuánto afectaría esa crisis a una empresa como Google, le hubiera respondido que: “Prácticamente nada!”. De hecho Google no tuvo ningún trimestre de pérdida operativa ni antes, ni durante, ni después de las crisis. No había ninguna razón para estar preocupado. Sin embargo, a lo largo del año 2008, las acciones de Google cayeron un 55% porque el pánico se había generalizado. ¿Suena razonable esto? No. De ninguna forma. Pero cuando el miedo se apodera de las personas, no hay razón que la contrarreste.
El inversor atento habrá notado que estas situaciones generan grandes oportunidades para comprar acciones de buenas empresas a precios de oferta. Parece fácil, pero…¿lo haría usted ahora?
Hoy es el turno de la tormenta china. La desaceleración del gigante asiático inyecta miedo en los inversores, haciendo que bajen los precios de todas las empresas: las que dependen de China y las que no. ¿Se acerca un nuevo momento para comprar? Puede ser, pero creo que todavía falta un poco más. Por ahora, la estrategia es la misma: empezar a mirar aquellas empresas de buena calidad, que siguen creciendo aunque sus acciones bajan, y cuando llega el momento indicado, salir a comprar todo lo que pueda cual sexópata en un harém.
Desde el lado de los emprendimientos, la reciente devaluación del Yuan ofrece el escenario perfecto para conseguir productos e insumos más baratos de manufactura china. La semana próxima estaremos anunciando la más reciente inversión de Grit Invest que se basa justamente en esta ventaja.
Si. Ya se. A esta altura usted estará pensando que es fácil indicar cuándo había que haber comprado en crisis pasadas, pero lo difícil es saber si hoy es momento de comprar o no. Para esto, le voy a compartir algo que conversamos con otros inversores en estas situaciones.
La Receta de la Abuela
No se trata de un método todo científico, pero junto con un grupo de inversores nos entretenemos conversando sobre cómo los titulares de los principales periódicos financieros describen los acontecimientos para entender el ánimo del mercado. Esto nos ayudó mucho a anticiparnos al piso de la crisis del 2008 con suficiente calma cuando las noticias aseguraban que estábamos ante “el fin del capitalismo”. Recuerdo que por entonces se decía que era la segunda peor crisis luego de la vivida en el ‘30 y que ya no había salida. Eso lo usábamos como un indicador psicológico. Todo lo que quedaba era empezar a recuperar la esperanza.
Pero entonces, uno de los inversores graciosamente contó que tenía un método para detectar cuando estábamos atravesando lo peor de una crisis. Lo llamaba, “La Receta de la Abuela”. Para él era simple y contundente: cuando su abuela, una persona completamente ajena a la economía, comenzaba a dar la receta de cómo salirse de una crisis, es que el esparcimiento del pánico había alcanzado su mayor potencial. Ese era, para nuestro amigo, el principal indicador del ánimo del mercado.
El inversor autor de la fórmula es un profesional experto en finanzas. Su anécdota no es más que una ilustración graciosa (aunque real) de algo que sí ocurre y es muy serio: el pánico generalizado nos impulsa a actuar de forma irracional y nos ciega ante las oportunidades. Cuando todos venden, uno empieza a sentirse sólo en la decisión de esperar. Pero no desista. La confianza en uno mismo puede dar rendimientos excepcionales cuando todos los demás se dejan llevar por el miedo.
Hoy, la crisis china puede verse como una simple volatilidad para el resto de los mercados. Tal vez se supere pronto. No es posible predecirlo. Tal vez se profundice. Si lo hace, será un muy buen momento para comprar barato. Gane tiempo analizando las acciones que usted quisiera incluir en su portafolio. Cuando las noticias se vuelvan dramáticas o su abuela quiera darle la receta para solucionar los problemas macroeconómicos, es porque se está acercando el momento de actuar.
Si tiene confianza en usted mismo, y el mercado sigue bajando, puede que logre aprovechar una oportunidad tan buena como la del 2008. Por lo pronto, se necesita paciencia y templanza. El resto, es muy simple.
Manténgase atento!
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