La lección más valiosa del 2019
Un contraste no visto en décadas generó grandes ganadores y grandes perdedores. Ya no depende de dónde uno viva. La diferencia está en el conocimiento. La mejor inversión es en uno mismo.
Por Sebastian Ortega

Solo quedan dos semanas y media para que se termine el año, y por eso quería despedirme con este último newsletter de 2019 compartiendo la lección más valiosa que aprendieron los inversores, junto con una recopilación de los artículos más leídos. 

Resulta que durante estos últimos meses, en una parte del mundo se batieron récords históricos al alza, mientras en otra parte se batieron récords históricos a la baja. Más concretamente: 

Quien haya invertido en 2019 en la bolsa estadounidense, tiene hoy más del doble (122%) que quien haya invertido el mismo monto en la bolsa argentina en el mismo período. Pero la suerte que haya corrido cada inversor durante este año no dependió del país donde reside, sino de su educación financiera. Hoy las inversiones son globales: un argentino puede invertir en Estados Unidos y un estadounidense puede invertir en Argentina. Ya no hay límites geográficos ni costos ni montos mínimos. El mundo entero está al alcance del teléfono celular. Información y herramientas sobran, lo que escasea es la atención y el interés por aprender

Por eso Warren Buffett siempre insiste: “La mejor inversión de tu vida, la más rendidora, la que nunca pierde, la que nadie te puede quitar y a la que ningún gobierno le puede poner impuestos… es la inversión en tu propio conocimiento. Invierte en tí mismo”.   

Nuestras columnas tienen como propósito contribuir a esta educación financiera de las personas con una característica particular: no decimos lo que les place escuchar, sino lo que realmente necesitan saber para conseguir los resultados esperados.

Por ello siempre tratamos los temas con sumo cuidado pero somos directos al hablar de la (incómoda) realidad: en el mundo de las inversiones, solo una ínfima minoría tiene éxito. Apenas el 5% de todos los fondos de inversión estadounidenses le ganan al promedio de los mercados en el largo plazo, y solo el 1% gana algo de dinero cuando hace compras y ventas frecuentes especulando con el precio de las acciones (trading).

Entonces ¿Cómo hacer para no estar dentro de ese 95% y 99% que termina perdiendo por desconocimiento o inexperiencia? Bueno, en primer lugar, es necesario no hacer lo mismo que todos ellos. Por el contrario, es necesario adoptar la mirada de quienes lograron alcanzar sus objetivos con éxito, y a esto hemos dedicado cada uno de los artículos de este año. A continuación, hago un repaso por aquellos que tratan los temas más importantes.

Para empezar. Si quiere saber cómo piensan los inversores más exitosos de la historia, puede encontrar recomendaciones sobre cómo armar una cartera de inversión en el artículo “Qué haría si volviera a empezar hoy” donde se sorpenderá de ver que con tan solo 4 acciones usted puede obtener excelentes resultados.

Frecuentemente mencionamos que una de las inversiones más simples que existen es invertir en algún índice que agrupe a muchas empresas como por ejemplo el S&P 500. Esta inversión está al alcance de cualquier persona y tiene rendimientos decentes. Pero si usted quiere conseguir rendimientos superiores, tiene que aprender a aprovechar oportunidades cultivando la paciencia. Para ello, puede ver en más en “La paciencia no es inacción. Es esperar al momento justo”.

Pero aún si usted logra desarrollar su paciencia, todavía le falta aprender a reconocer cuando una oportunidad se le presenta frente a usted. Muchas veces cometemos el error de confundir una acción que sube de precio con una gran oportunidad inversión. Este es un reflejo involuntario que lleva a muchas personas a tomar malas decisiones, tal como comentábamos en “Si les gusta a todos, está comprando demasiado caro”.  

Otras veces tenemos la ilusión de poder anticiparnos a los eventos políticos y económicos que definen el destino de nuestras inversiones. Así, cometemos errores cuando queremos adivinar el resultado de las elecciones presidenciales como señalábamos en “Lo importante no es el candidato sino saber comprar barato”, o bien querer adelantarnos a una baja en los mercados como comentábamos en “No espere a la próxima crisis”. Lo cierto es que no es posible predecir el efecto de ninguno de estos eventos, aunque sea muy tentador intentarlo.  

Las verdaderas oportunidades son escasas y aparecen en forma inesperada. Si usted puede reconocer una empresa valiosa que temporalmente esté pasando por un mal momento, usted se encuentra ante una verdadera oportunidad. De hecho, esta es ni más ni menos que la estrategia de Warren Buffett y la que mejor resultados ha dado a lo largo de la historia. Pero para ello tiene que poder confiar cuando todos los demás desconfían; poder entrar cuando los demás salen; poder ver lo que los demás no ven. “La oportunidad es un fenómeno subjetivo. Reside solo en la cabeza de los tomadores de decisiones”. Para conocer más, puede repasar en el artículo “Lo esencial es invisible a los ojos”. 

Pero nada es esto es extremadamente fácil de alcanzar. Generalmente se requieren años de práctica como mencionábamos en “A invertir no se aprende. Se practica”. Implica disciplina, estar emocionalmente preparado y no distraerse a pesar de los breves éxitos y fracasos que son parte del juego. 

Tan difícil es ganar, que aún los más grandes inversores han fallado y por mucho (ver “La mayor decepción del año” con un caso que a nosotros mismo nos tocó vivir) aún luego de tener innumerables éxitos como comentábamos en “Cómo tener mucha plata y arruinarlo todo”.

Por eso, cuando sentimos que nuestro esfuerzo no alcanza y perdemos la fe, somos más propensos a confiar en aquellos que prometen soluciones sofisticadas o “insuperables” que utilizan complejos algoritmos y super-computadoras. Pero lo cierto es que nada de eso funciona. A pesar de los avances tecnológicos, todavía no se ha inventado la tecnología que permita ganarles consistentemente a los mercados como comentábamos en “La tecnología que traiciona al inversor” y por eso es que Google, que tiene la mejor Inteligencia Artificial del planeta, no la utiliza para adivinar los precios de las acciones ni hacer trading, aunque realiza inversiones muy exitosas tomando decisiones a la antigua como describíamos en “En qué invierte Google”. 

Las inversiones son como las relaciones humanas: han cambiado en apariencia, pero el fondo las mueven las mismas fuerzas que lo hacían cientos de años atrás. Así como una aplicación nos permite conocer personas pero no nos hace enamorarnos (ver “Un negocio de muy rápido crecimiento: el (des) amor”), un broker gratuito nos da una experiencia lúdica inigualable con nuestras inversiones (ver “El entretenimiento más caro del mundo”) pero no necesariamente nos hará ganar dinero, tal como analizábamos en “Ahora invertir es gratis. Solo le cuesta su futuro”.

Recuerde que en las inversiones, como en tantos otros aspectos de la vida, usted puede y debe poner lo mejor de sí (ver los consejos de Jeff Bezos en “Darlo todo sin esperar demasiado”), pero el resultado final dependerá también de factores externos que no están bajo su control como decíamos en “Si es tan inteligente, ¿Por qué no es tan rico?”. Usted solo debe enfocarse en mejorar al máximo todo aquello que sí está a su alcance.  

Con todos estos conceptos en mente, estamos un poco más preparados para recibir a lo que tal vez sea la oportunidad de la década. Todo lo que ha estado pasando este año se asemeja al fin de un ciclo en los mercados que pone a prueba todas las habilidades del inversor, tal como decíamos en “Se viene la oportunidad de la década”. 

Nadie sabe exactamente cuándo se presentará la próxima gran oportunidad. Pero cuando venga, nos encontrará listos para aprovecharla, y estaremos compartiendo las reflexiones desde nuestros artículos semanales. Probablemente sea una de las experiencias más intensas por las que pueda atravesar un inversor en una décadas y por eso ya palpito ese momento. 

Mientras tanto, me despido de los artículos semanales hasta el próximo año para dedicarme a trabajar en los desafíos que vendrán durante el 2020 en materia de inversiones y en los temas que pronto volveremos a compartir.      

Mi saludo final, lo envío esta vez con un brevísimo video tomado desde la Plaza Roja de Moscú el mismo día de hoy.

Feliz Navidad y próspero Año Nuevo desde Moscú!

Sobre el autor

Sebastian Ortega

Sebastian Ortega

CEO Grit Invest

Doctor en Dirección de Empresas y Máster en Dirección de Empresas de la Universidad del CEMA, con especialización en Fusiones y Adquisiciones en la Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard (EE.UU.) y especialización en Value Investing en la Escuela de Negocios de la Universidad de Columbia (EE.UU.)
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2 Comments

  1. Jose

    Gran resumen 2019 ! El mejor comienzo para 2020, y gracias por compartir pensamientos y reflexiones, permite sumar puntos de vista, reconfirmar ideas, corregir otras, etc. 🙂

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    • Sebastian Ortega

      Muchas gracias José! Felicidades y buen comienzo de 2020.

      Reply

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