Allá por el año 2002, Martín Migoya, Guibert Englebienne, Martín Umaran y Nestor Nocetti encontraron una oportunidad en medio de una crisis, y 12 años después están en uno de los lugares más anhelados por emprendedores e inversores: la bolsa de Nueva York.
Luego que Argentina abandonara la convertibilidad, el tipo de cambio resultaba conveniente para exportar productos y servicios ya que de un día para el otro, contratar mano de obra argentina costaba un tercio que en la época en que 1 dólar valía lo mismo que 1 peso.
Los 4 amigos pensaron en grande, dejaron sus trabajos y salieron a golpear las puertas de cuanto contacto tenían en empresas del exterior para ofrecerle servicios de desarrollo de software con talento argentino y a buen precio. Ese fue el comienzo de Globant.
Y lo lograron. Con clientes de la talla de Coca-Cola, EMC, LinkedIn y American Express, entre otros, llegaron a duplicar tu tamaño año a año.
Pero al mismo tiempo Argentina iniciaba un proceso inflacionario que de a poco iría erosionando la competitividad del tipo de cambio.
Rápidos de reflejos, cambiaron sobre la marcha para diferenciarse a partir de otra propuesta de valor: se enfocaron en áreas tecnológicas estratégicas, definieron regiones geográficas prioritarias, y diseñaron un conjunto de laboratorios de innovación para darle a la empresa el estilo de una agencia creativa combinada con la ingeniería de software.
En el camino fueron recibiendo inversiones para acelerar su crecimiento. El principal fondo que los acompañó durante toda su vida fue Riverwood Capital, aunque también recibieron inversión de FTV Capital y Endeavor.
Normalmente, las empresas de servicios profesionales no suelen tener un camino fácil para encontrar financiamiento de fondos de inversión. La razón es que cada nuevo aumento en la facturación está íntimamente ligado con un aumento de costos en salarios, y además hay que considerarlas complejidades de buscar, seleccionar, incorporar, entrenar y armar equipos de personas con culturas distintas, conocimientos distintos, jerarquías distintas. No es algo que se pueda resolver en forma automática. Muchos inversores temen que esto pueda dificultar el crecimiento exponencial de la empresa, y por ende, la inversion. Sin embargo, la decisión y el empeño por alcanzar sus objetivos les permitió tener la velocidad de crecimiento de una startup basada en software.
La reciente llegada a la bolsa de Nueva York (NYSE) durante la semana pasada, les dio la oportunidad a los fundadores y a los inversores de vender sus acciones al público. Los fundadores tienen aproximadamente el 23% de la compañía, el resto está en manos de Riverwood, FTV y WPP. Pero demás, pone a la compañía ante la mirada de analistas e inversores de todo el mundo.
Sin dudas, este es un caso destacable que sirve como ejemplo para todos los emprendedores de Latinoamérica que sueñan con armar una compañía de cientos de millones de dólares desde la región.
A Globant: nuestro reconocimiento y mejores deseos para esta nueva etapa. A los futuros Globant: nuestro aliento a soñar, a no quedarse en la oportunidad inicial y a seguir intentándolo porque se puede.
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