Haciendo oídos sordos
La expresión “Hacer oídos sordos” tiene una connotación negativa: significa ignorar las evidencias. Algo así como no darnos por enterados cuando tenemos lo evidente ante nuestros ojos, o bien, en relación a la expresión, ante nuestros oídos. Sin embargo, existen casos en que ésto puede ser una gran ventaja. La capacidad de ignorar aquello que […]
Por Sebastian Ortega

La expresión “Hacer oídos sordos” tiene una connotación negativa: significa ignorar las evidencias. Algo así como no darnos por enterados cuando tenemos lo evidente ante nuestros ojos, o bien, en relación a la expresión, ante nuestros oídos.

Sin embargo, existen casos en que ésto puede ser una gran ventaja. La capacidad de ignorar aquello que para el mundo resulta evidente puede ser la diferencia entre ganar o perder con las inversiones.

Allá por el año 2011, cuando todavía se temía que la crisis inmobiliaria estadounidense se profundizara, hubo alguien que hizo “oídos sordos” al pánico generalizado. En esa época, muchos bancos habían participado en el otorgamiento de créditos hipotecarios a personas que no tenían ningún tipo de respaldo para devolverlos (parece que los bancos confiaban en que la prosperidad duraría por siempre). Cuando la gente dejó de pagar sus créditos, esos bancos cayeron en desgracia. La crisis no perdonó a nadie.

Las acciones del banco Citi (conocido por su buena calidad y perfil conservador) perdieron el 95% de su valor en la bolsa llegando a valer menos de 1 dólar por acción. Las acciones de Bank of America también perdieron una cifra similar, sin embargo, el banco estaba mucho mejor capitalizado y perdió apenas una quinta parte de lo que perdió el Citi en este tipo de créditos. A continuación le comparto un gráfico de las acciones de Bank of America desde el 27 de abril de 2007 hasta el 26 de agosto de 2011, mostrando una baja del 84%.


La fecha del 26 de agosto de 2011 no fue elegida al azar: es la fecha en que salió publicado un 
artículo en el New York Times en el cual se dio a conocer que Warren Buffett había invertido USD 5.000 millones en Bank of America. Sí, cuando todavía se pensaba que la crisis se profundizaría. Sí, luego de que las acciones llegaran a bajar en un 84%. Buffett “hizo oídos sordos” al pánico generalizado y compró cuando todos estaban vendiendo a precio de remate. En ese momento, las acciones estaban a 7.14, y hoy están a 24.68, es decir, un aumento del 345%.

Pero esto no es todo, ya que él no compró acciones ordinarias, compró un tipo especial de acciones, llamadas “Acciones Preferidas”, que le pagaban un interés especial del 6%. Por tanto, si sumamos este interés a la suba de precio de sus acciones, su inversión se multiplicó por 4,12 veces.

La difícil tarea de actuar en forma diferente

Para poder actuar de una manera contraria a la mayoría, a veces es necesario mantenerse apartado de ella. Una persona que vive rodeada en un entorno de pánico, difícilmente pueda sobreponerse a él sin sentir lo mismo. Por naturaleza, somos seres empáticos con nuestros semejantes, tenemos una predisposición a ponernos en los zapatos de aquellos con quienes nos identificamos. Si vemos a alguien sufrir, nosotros podemos llegar a sentir una emoción similar aunque no padezcamos la misma causa. Esta característica nos facilita la vida en sociedad, nos permite fortalecer amistades, parejas, etc. pero puede jugarnos en contra cuando se trata de inversiones, ya que nos lleva a contagiarnos del pánico y de la euforia de los mercados, e incluso hasta nos pueda llevar a reaccionar en forma similar a nuestro pares, aún cuando debamos hacer exactamente lo contrario.

Aquí es cuando necesitamos “hacer oídos sordos” de todo aquello que vemos en los demás. Una forma de hacerlo es filtrando cuidadosamente la información que leemos para armar nuestras conclusiones. Otra forma es tomarse tiempo para pensar antes de guiarse por las reacciones. Buffett dice que vive en Omaha porque es donde puede mantenerse alejado de la vorágine de Wall Street.

En cualquier caso, para aprovechar las oportunidades de las crisis, no basta con saber identificarlas. También es necesario tener la capacidad emocional para concretar una compra en donde se utiliza dinero propio para adquirir acciones que se encuentran en caída. Esto no se logra de un día para el otro, por tanto es bueno empezar a pensarlo desde ahora, para cuando tenga la necesidad de aplicarlo.

Sobre el autor

Sebastian Ortega

Sebastian Ortega

CEO Grit Invest

Doctor en Dirección de Empresas y Máster en Dirección de Empresas de la Universidad del CEMA, con especialización en Fusiones y Adquisiciones en la Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard (EE.UU.) y especialización en Value Investing en la Escuela de Negocios de la Universidad de Columbia (EE.UU.)
El entretenimiento más caro del mundo

El entretenimiento más caro del mundo

No siempre es visible todo lo que pagamos por entretenernos y una empresa conocida comenzó a capitalizar eso. Pero el “secreto” salió publicado de la forma más insólita. Vea cómo piensan y cómo afecta a sus inversiones.

read more
A invertir no se aprende. Se practica.

A invertir no se aprende. Se practica.

Cualquiera puede aprender a invertir. Pero obtener resultados mejores que el promedio toma años de constante práctica, determinación y fuerza de voluntad, tal como a los deportistas. Los mercados son como un gran torneo de tenis de una única categoría.

read more

0 Comments

Submit a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Grit Invest.

Grit Investment Fund, LP es un fondo de cobertura basado en Estados Unidos con licencia de la Securities and Exchange Commission (SEC) desde el año 2016 (ver registro en la SEC)