Inversor: -”Mi plazo fijo en dólares me da menos del 1% anual. No se justifica dejar la plata ahí”.
Yo: – “Y… si. No es sólo acá. Está pasando lo mismo en todo el mundo”.
Inversor: -”Si. Pero estoy perdiendo el tiempo. Prefiero asumir un poco más de riesgo y que al menos me dé algo. ¿Y si invierto en acciones en Estados Unidos?”.
Yo: -”Si. Eso tiene muchas ventajas. Pero hay que saber dónde invertir porque las acciones están en sus máximos históricos. Las oportunidades son pocas y las equivocaciones pueden salir caras”.
Inversor: -”Pero puedo invertir en un índice y así tener mi inversión diversificada entre cientos de acciones”.
Yo: -”Puede ser. No hay una respuesta única. Todo depende del riesgo que quieras asumir”.
Inversor: -”Voy a hacer eso entonces. No veo otras opciones”.
Esta fue una conversación que tuve el fin de semana (en realidad, fue un monólogo en donde la otra persona estaba buscando un cómplice en una decisión ya tomada), y refleja una situación que se da en todo el mundo: las bajas tasas de interés desalientan a los inversores a dejar el dinero en los bancos (plazo fijo, bonos, etc.) y obliga a buscar otras opciones.
Esta situación no nos toma por sorpresa. Es exactamente lo que buscaban los bancos centrales (Estados Unidos, Europa, etc.) cuando bajaron las tasas en el 2008 para que el dinero circule en la economía y estimule así el crecimiento de países que se vieron golpeados por una fuerte crisis. Mucho de ese dinero fue a parar a las bolsas de valores, y por eso hoy, después de 8 años, están en sus máximos históricos.
¿Qué opciones hay? Bueno, en este caso yo respondería: hay que ser ingenioso; cualquier oportunidad que resulte muy clara, está condenada a agotarse muy pronto.
Oportunidades
Un inversor es, en esencia, un “buscador de oportunidades” que trabaja activamente para encontrar lugares en donde invertir antes que sean descubiertos por otros. Cuando una oportunidad se vuelve muy evidente, desaparece instantáneamente. ¿Cuánto tiempo puede permanecer un billete de USD 100 olvidado en el piso de una calle transitada?
Le cuento una historia de unos buscadores de oportunidades. Por el año 2002, los gemelos Cameron y Tyler Winklevoss vieron una oportunidad temprana en crear un sitio donde los estudiantes de la Universidad de Harvard pudieran conectarse entre sí, y también con miembros de otras universidades. Este sitio fue bautizado como HarvardConnection.com. Por el año 2004, estos hermanos conocieron a un promisorio programador de computadoras de la misma universidad, que trabajaba en un proyecto llamado Facemash que permitía votar fotos de otros estudiantes. Rápidos de reflejos, los Winklevoss contrataron a este ignoto programador para trabajar en la naciente red social estudiantil, pero el avance fue muy accidentado y sin resultados. Sin embargo, algunos meses más tarde, este programador que llevaba por nombre Mark Zuckerberg dio a conocer un nuevo proyecto llamado “Facebook.com” (originalmente “TheFacebook.com”) que incluía las características diseñadas y encargadas por los Winklevoss pero aplicadas a este proyecto personal en el que estuvo ocupado mientras se suponía estar trabajando para HarvardConnection.com. Finalmente, los autores de la idea llegaron a un acuerdo con Zuckerberg y recibieron en compensación acciones de Facebook que hoy tienen un valor de aprox. USD 400 millones.
Pero los Winklevoss no se dieron por vencidos. Algunos años más tarde incursionaron en la industria de la tecnología financiera comprando una enorme cantidad de bitcoins. Mal no les fue: a principios del 2012 cada bitcoin tenía un precio de USD 10 (BTC 1 = USD 10), y hoy el precio por cada mismo bitcoin es de USD 1.250 (BTC 1 = USD 1.250, o 125 veces más). Me sigo preguntando en qué estaba pensando yo en el 2012 que no compré bitcoins.
Pero recientemente, los Winklevoss redoblaron su apuesta y buscaron crear el primer fondo de inversión cotizante (“ETF” o Exchange Traded Fund) de bitcoins cuyo precio cotizaría a la suba o a la baja replicando los movimientos del precio del bitcoin. Con este nuevo fondo, los inversores de todo el mundo podrían invertir en bitcoins simplemente comprando un activo financiero, sin necesidad de entender de esta nueva tecnología y sin poseer el bien en cuestión, al igual que ocurre con los ETFs del Oro (“GLD”), Plata (“SLV”), Petróleo (“USO”), etc., sólo que en este caso el fondo se llamaría “COIN”.
Sin embargo, este viernes 10 de Marzo, el principal regulador estadounidense en la materia (SEC) debía decidir si autorizar o no la creación de este innovador fondo cotizante o ETF. Pero el resultado fue adverso. Los Winklevoss recibieron un rechazo por parte de la SEC, por tanto los inversores deberán seguir esperando para tener fácil acceso a estas oportunidades…. a menos que aprendan a dominar esta tecnología.
La oportunidad de ganar un 16% fijo en dólares
La imposibilidad de tener hoy un ETF de bitcoins tiene un lado negativo y otro positivo.
Por el lado negativo, significa que muchos inversores quedarán fuera de estas inversiones por algún tiempo. Quienes tenían bitcoins desde antes de la semana pasada esperaban que una eventual aprobación de la SEC hiciera disparar el precio del bitcoin y generar así grandes ganancias. Pues, esto no ocurrió.
Por el lado positivo, significa que las inversiones en bitcoins quedarán todavía fuera de las masas, por tanto extiende el plazo de oportunidad para aquellos que aún no han entrado. Podríamos decir que el billete de USD 100 sigue tirado en la calle, pero la calle es aún poco transitada, por tanto tenemos más chances de llegar a tiempo. Pero para poder aprovechar la oportunidad, tendremos que esforzarnos un poco.
Si usted quiere invertir en bitcoins puede utilizar alguno de los siguientes métodos:
- Una forma sencilla de hacerlo es abriendo una cuenta en Ripio.com y comprar bitcoins desde ahí a través de Pago Fácil o transferencia bancaria. Puede conservar sus bitcoins en su billetera virtual tanto tiempo como desee, hasta el día en que decida venderlos, transferirlos a su cuenta bancaria, o utilizarlos para hacer alguna compra.
- Otra opción es abrirse una cuenta en BitFinex.com, algo así como un mercado de monedas en donde puede intercambiar dólares por prácticamente cualquiera de las criptomonedas que están hoy en circulación. Si usted se registra en BitFinex.com, va a encontrar que la plataforma no es fácil de entender para un inversor novato. A primera vista uno tiene la sensación de encontrarse con un excesivo caudal de información y botones sin sentido. Algo así como lo que siente una persona al ver por primera vez la cabina de un avión Boeing-747. Pero si usted es de esas personas a las que le gusta aprender las nuevas tecnologías, le tengo una buena noticia: ahí puede encontrar muchas oportunidades de inversión que no están a la vista de la mayoría de los inversores.
Usted puede utilizar BitFinex para lograr retornos de dos maneras diferentes:
- La forma más intuitiva de operar es especulando con los movimientos del dólar o del bitcoin. Si usted cree que el bitcoin va a subir, puede comprarlos; pero si cree que va a bajar, puede venderlos y recibir dólares. Esto es fácil, aunque, a decir verdad, la especulación no es una materia que nos entusiasme mucho ya que uno corre el riesgo de perder dinero sin motivo alguno. Creo que si alguno tiene ganas de apostar, es mejor ir al casino y asumir riesgos de una forma mucho más entretenida. Pero hay muchos especuladores o traders de bitcoins a los que le va muy bien.
- Pero existe una alternativa mucho más interesante que especular o hacer trading, y es: prestarle dinero a los especuladores o traders. Se que este comentario es controversial, pero necesito que me siga por un momento en el razonamiento. El tema funciona así: quienes compran otras monedas para ganar dinero especulando con las subas y bajas, a menudo buscan apalancar sus apuestas pidiendo dinero prestado. Ej: un inversor tiene USD 10, y puede pedir prestado otros USD 10, y así apostar USD 20 a la suba del bitcoin para apalancar sus ganancias. Usted puede utilizar sus dólares para prestarle a quienes quieren especular con la suba del bitcoin, y ganar así un interés por ofrecer ese préstamo. ¿Cuánto es el interés hoy? 0.044% por día, o 16% anual en dólares. Esto es independientemente del valor del bitcoin. Esto no es una apuesta, sino una inversión en créditos a tasas que son pactadas antes de otorgarlos. El sistema diversifica lo que usted ofrece entre distintos traders y va auto-invirtiendo sus ganancias. ¿Qué riesgos asociados hay? Puede ocurrir que un deudor (trader) tenga problemas en devolver el dinero si la situación es muy adversa para él, y también puede ocurrir que el sitio pueda sufrir algún ciberataque como los que ocurrieron alguna vez en el pasado. En cualquiera de los casos, tengo algunas conclusiones importantes para compartir.
Conclusiones
La idea del artículo de hoy no es hacer ningún tipo de recomendación de inversión. De hecho, si tuviera que recomendar algo, sería “No intenten hacerlo en sus casas!”. Raramente hacemos recomendaciones de inversión y en esos pocos casos suelen ser muy cuidadosas. Nada de especulaciones, nada de bitcoins (aunque en lo personal sí me resulta cómodo invertir en créditos para traders de bitcoins, pero no lo recomiendo para otros).
La idea de hoy es mostrar lo diferente que se ve una oportunidad cuando aparece por primera vez ante nuestros ojos y la importancia de aprender habilidades nuevas para poder aprovecharlas antes que el resto. Es fácil decir que los Winklevoss vieron una gran oportunidad en el 2002-2004 con las redes sociales, y luego en el 2012 con el bitcoin, pero es difícil identificarlas en el presente y arriesgar capital en ello. “La oportunidad es un fenómeno subjetivo que reside en la cabeza del tomador de decisiones”, dicen.
Estoy seguro que en algunos años saldrán a la luz varios ETFs de bitcoins que sean masivos (ya existen en otros países), que aparecerán inversores dedicados a otorgar préstamos en dólares gracias a los bitcoins, y un montón de cosas más. Cuando ello ocurra, el precio del bitcoin aumentará para reflejar ese potencial, y los intereses que usted podrá ganar invirtiendo en créditos serán menores gracias al aumento de la competencia. Eso es parte del proceso de maduración de la tecnología y la industria. Cuando ello ocurra, las oportunidades se agotarán y habrá que seguir buscando en otro lado. Esa “búsqueda” es el verdadero trabajo del inversor. Nunca termina. Van cambiando las situaciones, el mercado, va cambiando la tecnología, las reglas, van cambiando los lugares en donde se encuentran las oportunidades, y el inversor se va adaptando. Una vez que el billete de USD 100 ha sido levantado del piso, no hay nada más por lo que esforzarse en ese lugar, y la gente dirá, como al principio de este artículo, que “no hay alternativas”. Ahí es cuando el inversor preparado va en busca de nuevas calles tratando de ver lo que los demás no ven. Cuando usted logra disfrutar de esta dinámica aún más que del dinero que pueda llegar a ganar en el camino, se habrá transformado en un verdadero inversor.
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