El unicornio que regala tarjetas en medio de la crisis
Regala tarjetas prepagas, mientras los bancos despiden personal. Nació hace 2 años y ya vale 4 veces más que el banco emblema. La revolución las finanzas que acabará con el dinero físico.
Por Sebastian Ortega

En plena crisis, cuando los medios no hablan de otra cosa que del pago al FMI o del traspaso de mando entre el presidente saliente y el entrante en Argentina, nació inesperadamente el sexto unicornio financiado por algunas de las instituciones financieras más grande del mundo. 

Se trata de Ualá, la empresa que provee tarjetas prepagas (parecidas a las de débito) gratuitas sin necesidad de tener una cuenta bancaria, que acaba de recibir USD 150 millones provenientes de Tencent (el gigante tecnológico chino) y nuestro amigo de la casa SoftBank. Aunque la empresa no dio muchos detalles al público, un artículo de Bloomberg asegura que su valor es cercano a los USD 1 mil millones, transformándose así en el 6to unicornio argentino después de Mercado LibreGlobantDespegarOLX Auth0.  

En momentos donde menos de la mitad de los habitantes de Argentina tiene alguna cuenta bancaria y a las que sí tienen, el banco les puede llegar a cobrar hasta $42 (pesos), por hacer una extracción de dinero, Ualá permite recargas, pagos y hasta 2 extracciones por cajero automático a costo cero (esta tarjeta tendría que estar en el manual del experto en ahorro Mariano Gorodisch). Pero además, permite obtener préstamos y hacer algunas inversiones en fondos de inversión.

Mal no le va. Con apenas 2 años de vida, lleva emitidas 1.3 millones de tarjetas (4% de los argentinos son usuarios de Ualá), y se presenta como una seria amenaza para los bancos tradicionales: HSBC está en proceso de cierre de sucursales, mientras que ICBCSantanderCitiGalicia y otros están despidiendo personal (el sindicato de la Asociación Bancaria tendrá que buscar afiliados en otro lugar o sumar fuerzas con el sindicato de vendedores de “tocadiscos”). Con la reciente inversión, “Ualá cuadruplica los USD 240 millones de capitalización de mercado del Banco Hipotecario, uno de los emblemas del sistema financiero convencional”, tal como resalta un artículo de iPro. Cualquier parecido con Amazon doblegando a los comercios minoristas tradicionales o RobinHood moviendo la estantería de los brokers tradicionales, es pura coincidencia.

Bienvenida la competencia de Ualá para “elevar la vara” en cuanto a calidad de servicio y costos para los usuarios. Sin embargo, esto no es nada nuevo ni aislado. Es parte de una transformación profunda que está sufriendo el todo sistema financiero a nivel global, en donde no sobrevivirá el más fuerte, sino el que mejor se adapte.  

UN CAMBIO GLOBAL

Ya hace 4 años, el director ejecutivo de uno de los bancos de inversión más grandes y poderosos del mundo, JP Morgan, declaró en una carta a sus inversores que  “Silicon Valley se nos está acercando” en referencia a las nuevas empresas tecnológicas que buscaban competir con ellos. Él se refería a las FinTech (por Financial Technology o Tecnología Financiera) que son empresas jóvenes de alto potencial que brindan servicios específicos como sistemas de ahorro o préstamos más innovadores y eficientes. 

Pero lo que pasó luego de esas declaraciones fue todavía peor, ya que no solo las empresas nacientes, sino también las tecnológicas más grandes del mundo, que cuentan con más usuarios, tecnología y dinero, decidieron meterse de lleno en el territorio de los bancos. Así, en cuestión de meses…

… Apple lanzó su propia tarjeta de crédito.
… Google anunció que ofrecerá cuentas corrientes a partir del próximo año.
… Amazon otorga crédito a las empresas que utilizan su plataforma (Amazon procesa más del 50% de todas las operaciones que se realizan por internet en Estados Unidos).
… Facebook anunció el lanzamiento de su propia criptomoneda
… Los brokers con los que usted invierte le dan tarjetas de débito para que use su dinero.

De alguna forma, la tradicional institución bancaria que antes se encargaba con exclusividad de proveer servicios financieros a las personas y las empresas, se está desintegrando. Ahora en cambio, esos servicios empiezan a quedar en manos distintas empresas que pueden proveerlos mucho mejor, y combinarlos con el resto de la información que ya poseen. Por ejemplo, Amazon cuenta con mucha más información acerca del perfil de las empresas que venden a través de su plataforma que la que puede conocer un banco cualquiera, por eso está en mejor posición de evaluar cuánto y en qué condiciones prestarle dinero a sus clientes. 

Esto me hace acordar a cuando hace 15 años atrás, había una computadora central/principal por hogar con un gran procesador para hacer muchos cálculos y un gran disco para guardar mucha información. Por allí pasaba todo lo que tenía que ver con la tecnología hogareña. Con el tiempo, el rol de la computadora central/principal fue desapareciendo y toda esa “inteligencia” se fue repartiendo entre distintos dispositivos más pequeños como teléfonos móviles (ahora uno por cada individuo), relojes inteligentes, reproductores de tv, audio, almacenamiento en la nube, etc. Cada uno de estos dispositivos está interconectado con todos los demás, formando una red con capacidades muy superiores a las de la computadora central/principal. El mismo rol que supo tener la computadora central/principal concentrando procesamiento, es el que cumplía, hasta hace poco, el banco concentrando servicios financieros.

En medio de semejante avance tecnológico, la idea de necesitar un papel pintado que se traspasa de mano en mano asumiendo que tiene algún valor, más conocido como “billete”, tiende a desaparecer. No estoy hablando del futuro, sino ya prácticamente del pasado. 

Mientras escribo estas líneas, me encuentro en Moscú, la capital de un país que hasta hace menos de 30 años era parte de algo llamado Unión Soviética, caracterizado por una igual distribución de los bienes entre sus habitantes pero con flojo (por no decir pésimo) nivel de desarrollo económico, financiero y tecnológico. Sin embargo, en Moscú no tengo registro de haber necesitado nunca pasar por un banco, ni haber visitado nunca un cajero automático. Nunca utilicé aquí ningún billete ni moneda. Mientras tanto, en Argentina hay proyectos de financiamiento colectivo para comprar a instalar nuevos cajeros automáticos (menos mal que no hay proyectos para fabricar cámaras fotográficas o grabar películas en VHS para alquilarlas). 

Pero tampoco nunca utilicé “plásticos” (me refiero a los de las tarjetas de créditos o débitos). Lo único que cargo en mi bolsillo es mi teléfono celular, que se desbloquea solo con mi huella digital, y paga con cualquier medio que le configure cuando lo acerco a 5 centímetros de un dispositivo de cobro… incluso para abrir el molinete del “subterráneo”. Portar billetes o monedas no tiene sentido. Portar una tarjeta de plástico para pagar, ya es visto como una antigüedad, además de inseguro. Los artistas callejeros ya no “pasan la gorra”, solo exhiben un cartel con el código de barras de la billetera digital a donde hacer una transferencia. Hace menos de 30 años, aquí era todo lo contrario. 

Pero una revolución no es ganancia. “Sabemos que después de una revolución habrá muchas compañías que valdrán muchísimo, pero hoy es muy difícil anticipar cuáles serán las más exitosas”, dijo Jeff Bezos refiriéndose a la revolución de las PC en los 80.

Por la misma época en que Bezos pronunció esas palabras, Buffett tuvo declaraciones similares justo en medio de la burbuja de “.com”:  “Nadie duda del impacto que los aviones han tenido en nuestras vidas como medio de transporte. Tengo una lista de 129 compañías aéreas que terminaron en bancarrota en los últimos 20 años. ¿Sabe cuánto dinero se ha ganado invirtiendo en compañías aéreas? Absolutamente cero!” y remata: “Pero le diré lo único que el inversor debe saber: la clave de las inversiones no es acertar cuánto va a crecer una industria, ni cómo va a afectar a nuestra sociedad, sino determinar cuál es la ventaja competitiva de una determinada compañía y por cuánto tiempo la puede mantener”. Dentro de un par de décadas podremos saber si esto es lo que supo hacer Ualá.

Sobre el autor

Sebastian Ortega

Sebastian Ortega

CEO Grit Invest

Doctor en Dirección de Empresas y Máster en Dirección de Empresas de la Universidad del CEMA, con especialización en Fusiones y Adquisiciones en la Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard (EE.UU.) y especialización en Value Investing en la Escuela de Negocios de la Universidad de Columbia (EE.UU.)
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2 Comments

  1. Cristian Daniel

    Que buena nota refleja tanto el cambio mundial, que perspectiva de ver las cosas su mente es brillante su mensaje llegó a mí, estoy en estas páginas por qué un día quisiera entender las inversiones creo que soy muy ignorante en el tema pero un día quisiera comprender el funcionamiento de las cosas, trato de hablarle a mis sercanos de estos temas pero solo pasan desapercibidos por ellos, día a día me sorprendo con cosas que pasan el funcionamiento del día a día de una empresa de los gobiernos es muy sorprendente, (Argentina hay proyectos de financiamiento colectivo para comprar a instalar nuevos cajeros automáticos (menos mal que no hay proyectos para fabricar cámaras fotográficas o grabar películas en VHS para alquilarlas) con eso que decís dice mucho de lo desavanzados que somos los argentinos no sé si desavanzados pero con poca educación o muy distraído el pueblo por el día a día, es muy difícil enfocarse en uno yo creo que llegue acá por todo lo que pasó, seis años que la pase mal pero siempre estuve por estos lados imaginando negocios o un día lograr algo grande en la vida, quisiera poder ayudar a más personas a que valoren más la vida no soy ningún ejemplo pero creo que su nota a mí me llega mucho me enseña a ver las cosas de la manera que están sucediendo y voy a seguir aprendiendo poco a poco sobre esto aunque nadie me crea de lo que aveces le hablo, creo usted es alguien que ve un poco de las cosas como quizás yo también las vea o las voy entendiendo, gracias por este mensaje, ojalá más personas estén dispuestas a dar el cambio y hacer grandes cosas por la humanidad y el planeta que lo es todo, no solo absorvi ese mensaje muchos mensajes que veo en sus párrafos de lo que trata explicar creo poder captarlo los dice desde una perspectiva que está sucediendo y das un claro ejemplo de lo que suce y de cómo están sucediendo las cosas, son las 05:22 am en Argentina y entre a esta página que agregué a favoritos hace días es hora de enfocarme más en aprender aveces siento que estoy muy distraído y creo estarlo al no tener compania pero voy a tratar de aprender y poder enfocarme un poco más de personas como ustedes, gracias por un mensaje tan positivo desde su perspectiva que dice mucho y enseña mucho abrazos y muchos éxitos .

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    • Sebastian Ortega

      Muchas gracias Cristian por los comentarios. Comparto el entusiasmo por ser testigo del cambio que nos atraviesa y me alegra que le haya resultado útil el artículo. Saludos!

      Reply

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