Nuestro cerebro toma unas 35.000 decisiones por día, el 99.74% son automáticas, y 0.26% las tomamos en forma consciente. Pero solo un puñado de ellas pueden cambiar el curso de nuestras vidas.
Días atrás, el multimillonario inversor David Rubenstein entrevistó a Jeff Bezos, el hombre más rico del mundo fundador y CEO de Amazon, y le preguntó: “¿Cómo es que con tantas responsabilidades, usted no quiere tener reuniones antes de las 10am, y si las tiene, quiere que sean con muy poca gente (no más de la que se pueden alimentar con dos pizzas), y no quiere que se expongan ideas en presentaciones de PowerPoint, sino simplemente conversar”. Puede ver la entrevista aquí.
Bezos comenzó explicando que “Como principal responsable de Amazon mi trabajo es tomar una pequeña cantidad de decisiones de muy alta calidad, y no miles. Mi prioridad es dormir 8 horas, tomarme tiempo para desayunar, leer el diario por las mañanas y luego enfocarme en los problemas más desafiantes con poca gente y sin estructuras para que las ideas fluyan. Cuando descanso bien, pienso mejor, tengo más energía, mejor ánimo y tomo mejores decisiones”.
Y a continuación describió cómo eso permitió dar origen a lo que él describe como “la idea de negocio más grande y afortunada de la historia”: Dar en alquiler sus computadoras cuando no las utiliza (suena a una tontería, ¿no?)
La idea es sencilla. Imagine que en su familia hay dos autos porque les hacen falta para movilizarse o atender ciertos compromisos puntuales. Imagine que para su familia los autos son muy importantes, por eso tienen unos de muy alta calidad, muy rápidos y siempre mantenidos en perfectas condiciones.
Pero un día cae en la cuenta que el 90% del tiempo sus autos permanecen simplemente sin uso, allí estacionados. Usted habla con su esposa/o y deciden dar sus autos en alquiler de forma temporaria (por hora o por día cuando no se usen) y a cambio reciben una renta. De esta forma, su familia consigue un ingreso extra: inicialmente contaba con el ingreso de las actividades laborales habituales, pero ahora además tiene ingresos por el alquiler de sus propios autos, que de cualquier modo su familia tendría y mantendría (alguno diría que eso le ayuda a pagar la patente y el seguro).
Ahora imagine que, año tras año, con su pareja mejoran la idea, consiguen administrar mejor los tiempos entre que su familia usa los autos y los dan en alquiler, ponen un precio más acorde, etc. y ese incipiente “emprendimiento” comienza a aportar MAYORES ingresos que las propias actividades laborales a las que su familia se dedica, es decir, más del 50% de lo que le ingresa a su familia viene ahora del alquiler de sus autos. Este “ingreso extra” es ahora su principal ingreso.
Pero mejor aún. Imagine que esto que arrancó como para “pagar la patente”, hoy es considerado el negocio del futuro y crece varias veces más rápido que lo que usted podría crecer con cualquier otro trabajo que conoce. Una sola buena idea puede cambiarle la vida agregándole un potencial de crecimiento a su familia tan grande, que no sería posible de alcanzar ni aún trabajando 24 horas por día.
Ahora le propongo que imagine algo absolutamente insólito. Imagine que su familia comenzó a hacer esto hace 15 años, y durante los primeros 7 ni siquiera a su vecino se le ocurrió hacer lo mismo (tal vez nunca nadie nunca se detuvo a pensarlo), dejando crecer a su emprendimiento familiar sin competencia hasta lograr construir un verdadero imperio con miles y miles de autos.
¿Cree que todo esto puede ser posible? Bueno, esto y EXACTAMENTE esto, incluyendo las fechas, los porcentajes de ingresos y la falta de reacción de la competencia, fue lo que le ocurrió a Amazon alquilando sus computadoras en desuso y es la razón principal por la que se transformó en una de las compañías más valiosas del mundo y su fundador en el hombre más rico.
Créase o no, más de la mitad de las ganancias operativas (52%) del gigante del comercio electrónico NO VIENEN DEL COMERCIO ELECTRÓNICO, sino del alquiler de sus computadoras, que a su vez es el negocio más rentable que tiene y el de más rápido crecimiento. Haber invertido mucho esfuerzo en una única buena idea, le significa a Amazon hoy más que los 21 años de duro trabajo en ámbito que lo vio nacer.
El trabajo principal del inversor es, también, lograr invertir en unas pocas buenas ideas. Bueno, usted sabe que hay mucha gente que se la pasa saltando de inversión en inversión queriendo atrapar cualquier cosa que pueda llegar a subir el mes próximo (en la jerga se los conoce como “perseguidores de retornos”) sin buenos resultados en el largo plazo, tal como contamos la semana pasada. Sin embargo, estadísticamente da mucho mejor resultado una única buena idea que mil mediocres. Le cuento.
“Casi como decidir casarse”
“Estar pensando en qué comprar o qué vender permanentemente, es como querer tener citas románticas todos los días mientras que las mejores inversiones son aquellas que se piensan como si uno decidiera con quién pasar junto el resto de su vida”.
Esta analogía es usada por Warren Buffett, quien frecuentemente hace comparaciones entre las relaciones personales de largo plazo y las inversiones, cuando intenta ayudar al inversor a tomar mejores decisiones. Para esto, suele proponer el siguiente ejercicio:
“Imagine que se le ofrece la posibilidad de invertir donde quiera, cuando quiera, pero sólo puede hacer un máximo de 10 inversiones en toda su vida y cada de ellas deberá mantenerlas pase lo que pase durante al menos 10 años, incluso si cerraran los mercados y ya no fuera posible tener un precio diario de cotización”.
“¿Cuanto tiempo dedicaría a decidir cada una de estas inversiones? ¿Qué cosas evaluaría sabiendo que no puede cambiar su decisión por 10 años?”
El año pasado, en su discurso de apertura de la reunión anual de accionistas de Berkshire Hathaway, Buffett explicó que en muchos casos el inversor necesita de una única buena idea en toda su vida para volverse realmente rico, y lo mostró con un ejemplo propio.
Comenzó contando que hizo su primera inversión en la bolsa de valores cuando tenía 12 años (como era menor, tenía una cuenta a nombre de su padre) e invitó a los 40.000 asistentes a pensar cuánto hubiera ganado cualquier otra persona con cualquier inversión invirtiendo USD 10.000 en la misma época que él.
– “¿Tienen su número?”, preguntó. – “¡Bien! Ahora piensen cuánto tendrían hoy si hubieran invertido esos USD 10.000 en el S&P 500 [en aquel momento no existía pero se puede proyectar su valor hacia atrás]. ¿Lo imaginan?“. Fue entonces cuando la pantalla grande del auditorio mostró la cifra: USD 51 MILLONES.
Y agregó: “No tienen que acertar cuáles son las acciones ganadoras, ni tienen que predecir cuándo comprar o vender. Básicamente tienen que hacer una única decisión de inversión en toda su vida”.
Y para que quede claro lo que esto significa, lo comparó con otras inversiones típicas que por alguna razón muchos siguen encontrando atractivas. -“Si alguien hubiera invertido los USD 10.000 en Oro [que ahora está de moda] hoy tendría USD 400.000, es decir, menos del 1% de lo que hubiera ganado con esa única inversión en el S&P 500”, dijo el Oráculo de Omaha. Aunque el precio del Oro tiende a subir en épocas de inestabilidad porque se lo considera “refugio de valor”, tiene caracter especulativo y pierde por lejos contra el S&P 500. Algo parecido a lo que hubiera ocurrido con quien compró propiedades inmobiliarias que no producen nada, no reinvierten dividendos, ni recompran acciones. Puede leer más sobre esto en nuestro artículo “Cómo convertir USD 10.000 en USD 51 millones”
Solo una única buena decisión le hubiese permitido tener un rendimiento superior al del 95% de los inversores a lo largo de los últimos 77 años.
Pero si se perdió la posibilidad de hacer esta inversión en 1942 (no creo que ninguno de quienes nos lee tenga edad suficiente como para haber siquiera imaginado eso) podemos tomar como referencia otro momento relevante: cuando Buffett se hizo cargo de Berkshire Hathaway en 1965.
- USD 10.000 invertidos en el S&P 500 en 1965 se hubieran convertido en USD 1.483.057 para 2019.
Nada mal. Pero si en cambio hubiera podido conocer a tiempo y valorar a Berkshire, le hubiese hido bastante mejor.
- USD 10.000 invertidos en Berkshire Hathaway en 1965 se hubieran convertido en USD 247.262.700 para 2019. Eso equivale a 166 veces el crecimiento del S&P 500 por efecto del rendimiento compuesto.
Cuando uno mira hacia atrás, se impresiona con todo el dinero que podría haber obtenido tomando una única decisión en la vida. Sin embargo, por esas extrañas razones de la vida, las buenas inversiones resultan muy difíciles de ver para la mayoría de la gente, y si las ven, resultan muy difíciles de mantener sin distraerse con cosas que a simple vista parecen más atractivas. Por eso, el propio Jeff Bezos, del que hablamos más arriba, un día le preguntó a Warren Buffett:
Bezos: “Tu estrategia de inversión es tan simple… tú eres el tercer hombre más rico del mundo… y es tan simple. ¿Por qué no está todo el mundo copiándote?”.
Buffett: “¡Porque nadie quiere hacerse rico despacio!”.
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