¿Podría usted empezar a fumar, y dejar inmediatamente el día que alguien se lo indique? Y si siente que puede lograrlo una vez… ¿Podría volver a fumar y dejarlo cada vez que reciba indicaciones? Dejando de lado las consecuencias en la salud física, piense cómo ésto podría afectarle en su vida diaria, sus emociones, hábitos, etc. Ahora súmele que nunca sabe cuándo va a recibir la próxima indicación. Pueden pasar años, usted puede haberse acostumbrado, y de repente, recibe un aviso de cambio y usted debe actuar inmediatamente. Imagine que esto sea así durante toda su vida. ¿Podría manejarlo?
Este es el tipo de desafíos que experimentan los grandes inversores y es la parte más difícil de dominar. Cuando los precios están “caros”, los inversores pueden pasarse años sin hacer la más minúscula inversión. De repente, el mercado hace un giro imprevisto y torna los precios “baratos”, ahí se lanzan con la mayor agresividad posible quebrando en un día una racha indefinida de inacción. Entran en un estado de actividad poco frecuente (Warren Buffett dice que se siente como “un sexópata en un harem”), hasta que el mercado empieza a subir los precios. En ese momento, dejan de comprar, y comienzan a “hibernar” hasta que aparezca la próxima señal, en algún momento, tal vez en años.
Se requiere una enorme paciencia para esperar cada nueva indicación del mercado. Templanza para no tentarse con cualquier oportunidad mediocre que se cruce en el camino. Pero estando atento, con un tremendo control de la ansiedad, para cuando se reciba la próxima señal. Y cuando ello ocurra, cambiar el hábito y la actitud de la noche a la mañana. Todo esto, sumado a que la prensa titula que el mismísimo “Capitalismo estaría a punto de desaparecer”, y en ese momento, se deberá tener la confianza suficiente para apostar al recupero de la situación contrariando todos los análisis. No estoy exagerando. Esto fue lo que pasó en el 2008, y lo recuerdo porque hace pocas semanas George Soros, uno de los más famosos especuladores de nuestros tiempos, dijo que la reciente crisis que se gestó a partir de China, le recuerda a aquello que pasó hace 8 años. ¿Debería preocuparnos? A los verdaderos inversores… no. Las crisis, traen las verdaderas oportunidades.
En una memorable conferencia que dió Peter Lynch, conocido por obtener un 29% anual promedio en su fondo Magellan entre 1977 y 1990, le preguntaron: “¿Qué medidas cree usted que el gobierno debería implementar para evitar que el mercado sufra de semejante volatilidad?”, a lo que él responde: “¡Ninguna! ¡Me encanta la volatilidad! ¡Es donde hice las mejores inversiones!”.
Peter Lynch es famoso por hacer muy pocas inversiones y mantenerlas por años. Se mantiene prácticamente fuera del mercado durante la mayor parte del tiempo, y entra en acción, de manera desenfrenada, en épocas de crisis. Así logró grandes rendimientos y por eso se hizo tan conocido. Pero para muchos, se hace muy difícil dominar estos cambios de hábitos, tan repentinos como intensos, para comprar cuando todos venden y vender cuando todos compran. Pero si uno puede dominarlo, “puede amasar una gran fortuna”, dice Buffett.
Para lograr buenos rendimientos, alguien tiene que pasar por esto. Puede lograrlo usted mismo con algo de entrenamiento. Según estos inversores, para multiplicar el dinero “se necesita tener más estómago que cabeza”, y no hay mejor momento para poner esto a prueba justo hoy, cuando atravesamos una alta volatilidad por la crisis China y del petróleo. Si usted está interesado en tener buenos rendimientos y no quiere atravesar por eso, puede delegarlo en quien sí lo domine. En cualquier caso, los altibajos son inevitables, y para tener buenos resultados, se debe dominar esto. Sea usted u otra persona, alguien tiene que hacerlo.
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